La espectacular rubia que se metió en la final de la Champions League
El egipcio Mohamed Salad abrió el marcador al transformar un penal nada más comenzar el partido (2) y el belga Divock Origi, verdugo del Barcelona en semifinales con tres goles, sentenció a poco para el final (87).
El Liverpool volvió a levantar la 'Orejona' 14 años después de conquistar su última Champions, en la memorable final que ganó en los penales en 2005 al Milán tras remontar un 0-3 en contra.
En un partido que comenzó con un emotivo minuto de silencio por la muerte del internacional español José Antonio Reyes este sábado en un accidente de tráfico, el ganador empezó a dibujarse pronto.
El egipcio entraba así en los anales de la Champions al marcar el segundo tanto más rápido en una final del máximo torneo continental de clubes.
Disparos desde fuera del área de Sissoko (10) o Christian Eriksen (45) muy desviados fueron las únicas propuestas del equipo de Mauricio Pochettino, en la primera parte.
Pochettino intentó meter más pólvora con la entrada del brasileño Lucas Moura, el héroe de las semifinales frente al Ájax, por Winks (66).
Con el paso de los minutos, el partido empezó a romperse y en los últimos 20 minutos, el Tottenham, sin nada que perder se volcó sobre la portería contraria.