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Le roba el reloj a su compañero de equipo, lo expulsan y después explica por qué lo hizo

Diaby Fadiga, jugador de 18 años, reveló por qué robó el reloj a su excompañero del Niza, Dolberg.

2019-10-03

Lamine Diaby Fadiga, un joven jugador francés de 18 años fue expulsado del Niza de Francia luego de éste haberle robado un reloj valorado en más de 70 mil dólares a Kasper Dolberg, su compañero de equipo.

El ahora exfutbolista del Niza, y quien fichó a los días por el París FC del mismo país, pero en segunda división, explicó por medio de Instagram por qué realizó el hurto.

El delantero lo hizo horas antes de fichar por su nuevo club. Diaby dice que actuó “un poco por celos” y lamenta recibir el mayor de los castigos, quedar fuera del equipo de su infancia, después de que la directiva del equipo francés decidiera rescindir su contrato por los hechos.

Este es el comunicado íntegro:

“Después de varios días en una tormenta mediática sin precedentes para mí, he decidido dar mis explicaciones mediante este comunicado.

Me gustaría antes que nada disculparme con los aficionados del Gym (Niza). Muchos han estado conmigo y me han acompañado con amabilidad desde mi debut profesional, a mí el joven de la región que llegó al club con 14 años.

Sus reacciones están a la altura de la decepción que sin duda sienten por mí y les debo explicaciones.

Foto: Diez

Diaby Fadiga presentado por su nuevo club; el París FC.

Defendí la camiseta de mi club de mi infancia con orgullo durante la temporada pasada en la Ligue 1. Desafortunadamente, me lesioné para muchos meses y mi vuelta a la competición fue aplazado otra vez por una tarjeta roja recibida en un partido con el equipo sub 19.

Eso me afectó mentalmente y mi situación contrastaba con el éxito y el aura de Kasper (Dolberg), mi compañero de equipo. La tomé con él sin razón, podría ser que un poco por celos. En lugar de luchar en el campo para competir con él, actué con odio hacia él.

Mis acciones no estaban guiadas por el apetito de la ganancia sino por la desilusión, la frustración y el sentimiento de ser desacreditado. Por supuesto, solo tengo 18 años, pero mi edad no excusa en nada mi falta.

Asumí lo que había hecho y me presenté frente Kasper, Monsieur Fournier, director del club, Patrick Vieira, mi entrenador, y Danté, mi capitán. Me disculpé con cada uno de ellos. También me comprometí a compensar a mi compañero reembolsando lo que me llevé.

Le deseo mucho éxito en el Niza y en su carrera. Tal vez nos volveremos a cruzar algún día en los terrenos de juego y este asunto será solo un mal recuerdo.

A partir de ahora, dejo el club en el que siempre he querido tener éxito y crecer, lo que es para mí el mayor castigo.

Doy las gracias a todos aquellos que han creído en mí. Espero demostrarles algún día que tenían razón y que soy mejor que esto. La redención vendrá en el campo y ahora quiero dedicarme a mi gran pasión, el FÚTBOL”.