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Los 10 pecados de Ernesto Valverde en su gestión como técnico del Barcelona

'Txingurri' cometió una serie de errores que no solo colmaron la paciencia de los aficionados culés, sino también la de una junta directiva que apostó por él pese a todo.

2020-01-13

Mucho se dice que su buena relación con la plantilla era la razón que mantenía a Ernesto Valverde, aparentemente, firme en el cargo de entrenador del Barcelona.

Bueno, esa paciencia se terminó un 13 de enero de 2020 y dio paso a la era de Quique Setién, ex DT del Betis y uno de los pocos timoneles que ha ridiculizado al Barça en el mismísimo Camp Nou en la era contemporánea.

'Txingurri' demostró ser un señor, eso sí, pero careció de la rebeldía que debe caracterizar a un entrenador de un equipo 'top' como el culé.

Batacazos impensados ante Roma y Liverpool en dos Champions League consecutivas, además del último tropiezo frente a Atlético de Madrid, son algunos de los pecados capitales que marcaron la gestión de Valverde en la Ciudad Condal.

LOS PECADOS DE VALVERDE EN BARCELONA

1. ¡Adiós a un estilo!
Nunca volvió a jugar igual Barcelona. Si bien cada entrenador tiene sus principios futbolísticos, es una realidad que Ernesto Valverde se alejó cada vez más del ADN que hizo a los culés admirados en Europa entera. Perdió la esencia del juego del Barça y eso resultó imperdonable para los fieles balugranas. Lejísimos estuvo del 'Pep Team', que superó en logros la mejor época de Cruyff, y del onceno de Luis Enrique, cuyo estilo fue ligeramente remozado y más directo por tener a Messi, Neymar y Suárez en un mismo bando.

Foto: Diez

Liverpool es, quizás, la páginas más negra en la gestión de Valverde con Barcelona. Ese día cayó goleado y emuló el fracaso de Roma un año antes.

2. Roma, Liverpool y Atlético de Madrid
Al leer estos nombres de equipos es sumamente fácil relacionar a Ernesto Valverde. Descalabros mayúsculos del Barcelona que jamás serán olvidados. Y las caídas en Champions, ante romanos e ingleses, pasaron en años consecutivos, 2018 y 2019. No hubo en momento alguno reacción y fueron desperdiciadas sendas ventajas. Lo de la Supercopa recientemente frente a los 'colchoneros' fue la tercera parte de una trilogía de fracasos y ventajas importantes desperdiciadas, cabe añadir que esa última más futbolística y por momento de partido.

3. Perdió trascendencia La Masía
Atrás quedaron los tiempos en que el semillero azulgrana mostraba al mundo joyas de la talla de Messi, Busquets, Xavi, Iniesta o Pedro. La afición catalana no entiendo nunca cómo, pese a ese atenuante de una menor producción de talento, jamás le dio un rol más referencial a elementos como Ansu Fati (17), Carles Aleña (22 -cedido al Betis-), Riqui Puig (20), Ronald Araújo (20) y Carles Pérez (21). El arranque de la temporada parecía ser la demostración de que venían nuevos tiempos para estos jóvenes, pero dejaron de pesar y apenas acumularon entre todos 1,243 minutos.

El último descalabro del Barcelona de Valverde fue ante Atlético de Madrid por la Supercopa.El DT hizo su primer cambio en ese juegoapenas al minuto 86.

4. Permeable ante la adversidad
A veces parecía enemigo de las variantes. Por ejemplo en la caída ante Atlético de Madrid en la semifinal de la Supercopa, Valverde modificó su esquema hasta el minuto 86... y pasó muchas veces en que se tardaba en hacer cambios y, en caso de hacerlos, únicamente los hacía desde el enfoque nominal y no pensando darle un giro a la situación con algún plan distinto. Le costaba un mundo cambiar el rumbo de los partidos cuando eran adversos.

5. Carácter blando
Que Ernesto Valverde haya dado tres días de descanso al plantel del Barcelona apenas eliminado por Atlético fue la gota que derramó el vaso y colmó la paciencia de los hinchas más recalcitrantes en Cataluña. A la gente le resultó increíble que después de fracasar en esta competición menor -si se toman en consideración Liga y Champions- el entrenador se tomara tal atribución que ponía en predicamento el compromiso suyo y de los futbolistas de la escuadra cinco veces campeona de Europa. Un ejemplo es que a inicio de año, después de la catástrofe de Anfield (en semis de Champions), dio un día de asueto a sus pupilos.

Foto: Diez

La defensiva del Barcelona no permitió rotaciones en la era Valverde, recibiendo, por ejemplo, el doble de goles que su escolta Real Madrid.

6. Fragilidad defensiva
Lionel Messi o Marc André ter Stegen han sido muchas veces esta temporada las razones por las cuales la debilidad en la 'extrema zona' del campo no le han pasado factura al Barcelona de Valverde. Es cada mayor la cantidad de contiendas en las que el club culé recibe goles incomprensibles. Son 23 tantos los encajados en 19 jornadas ligueras, casi el doble más que su escolta y eterno rival Real Madrid. Teniendo a Samuel Umtiti y Jean-Clair Todibo, el DT prefirió morirse con Gerard Piqué y Clément Lenglet. Fue enemigo de las rotaciones siempre. No ha sido capaz de consolidar a Semedo y tampoco a Júnior Firpo, obligando al luso muchas veces a jugar como lateral izquierdo.

7. Inversión desaprovechada
Fueron 345 millones de euros (384 millones de dólares) los que Barcelona invirtió por Philippe Coutinho, Ousmane Dembélé y Antoine Griezmann, con el agravante de que el primero se marchó cedido al Bayern Múnich y los otros dos no están dando el rendimiento esperado. Tampoco ha atinado con Júnior Firpo (18 millones más 12 en variables) y el senegalés Moussa Wagué (5), relevos de Jordi Alba y Nelson Semedo, respectivamente, quienes pasan más en la grada que en el engramado.

Foto: Diez

Lionel Messi, ganador del Balón de Oro y el The Best de FIFA este año, ha jugado a un gran nivel las últimas dos temporadas y aún así no ha podido levantar la Champions de la mano de Valverde. El argentino apura sus últimos años al gran nivel.

8. Desperdicia los últimos años de Messi
Se marchó sin ganar la Champions League pese a tener al considerado, por muchos, mejor jugador de la historia. Pese al rendimiento superlativo del argentino en el curso europeo anterior (12 goles), incluida una gran actuación en la recorda llave frente a Liverpool (dos goles en el 3-0 de la ida). Leo tiene 32 años y es lógico que en algún momento le llegará el retiro o, en caso de cansarse de fallar, algún nuevo derrotero. ¡Un despropósito más!

9. Club de dos caras
Fuera del Camp Nou, el Barcelona de Valverde tuvo de todo menos solvencia. Otra cosa, lo arrasador que es en Liga no lo ha sido en Champions puesto que sufrió de lo lindo en la fase grupo para ganarle a Inter de Milán y Slavia Praga.

10. Discurso gastado
La rebeldía jamás fue la fórmula de Valverde en sus discursos. Siempre parcos y llenos de argumentos técnico/tácticos, el 'Txingurri' nunca se salió del guión al momento de manejarse ante los medios. Eso, de una u otra forma desesperó a una grada necesitada de mejores respuestas merced a los grandes batacazos que recibió en dos años y medio de gestión.