La brutal colección de caros de Maradona a través de los años
El cura contó como conoció al ídolo del fútbol mundial y sobre lo que hablaron en una reunión que llevaron a cabo en el Gimnasia.
''Diego me pidió que lo bendijera a él para lo que fuera a vivir. Me dijo que lo único que quería era paz'', aseguró Rubio, sobre aquel encuentro que se produjo en septiembre del año pasado, cuando Maradona tomó las riendas ''Lobo'' tras su paso por el fútbol mexicano.
''Me llamó la atención que Diego llamara a un cura. Pensé mal, pensé que era para sacar la mufa y no. Cuando llegamos lo esperamos un rato, y cuando nos encontramos me llamó mucho la atención que me pidió que lo bendijera a él y al equipo de parte de Dios, pero en especial a él por su vida y lo que viviría de ahí en adelante'', recuerda en un diálogo con 'Mañana Sylvestre'.
Mientras se estaba confesando fue momento de sacar el frasco de óleo para la unción, cuando el campeón del mundo exclamó: ''Uy, el aceitito'', cuenta el padre. Asimismo revela una historia que el propio Diego le relató acerca de su madre.
''Cuando a Doña Tota (mamá de Maradona) la vida se le ponía muy dura iba a la parroquia y el cura le daba 'el aceite' para llenarla de fuerza y salir adelante''. También dijo que en aquel encuentro lo vio ''agradecido con la vida y con Gimnasia'' por tener un lugar donde lo hayan recibido.
''Uno tiene la imagen superficial de Maradona de lo que uno ve en la televisión y en los diarios. Pero me impresionó mucho encontrarme con un hombre, con un semejante, y pidiendo paz para lo que Dios le diera en la vida desde que llegó a Gimnasia'', comentó Rubio.
Sus sensaciones por estar con Maradona
Sobre lo que sintió al estar con Diego, el cura dijo que ''para mi fue muy fuerte porque Maradona es tan grande como persona, como jugador, que realmente me emocionó mucho verlo pequeño con esta necesidad, diciendo que quería paz''.Rocío Oliva revela en qué doloroso estado murió Maradona
''Diego me dijo, con sus palabras: 'Yo me mandé muchas cagadas en la vida, muchas, y me arrepiento, pero tuve cosas buenas en la vida', y habló de afectos y del fútbol'', cuenta Rubio. ''A mí me impresionó que Diego pudiera reconocer las faltas, las macanas que uno se manda, y me dijera: 'Yo no soy ejemplo para nadie'. Era importante que quisiera reconocer sus límites y su pequeñez''.
Por último, el sacerdote remarcó el gran amor que el Pelusa tenía hacia sus padres. ''Cada vez que hablaba de ellos lo hacía con mucha admiración, con mucho cariño, se le llenaban los ojos de lágrimas. Maradona me contó que su vuelta a la Iglesia estuvo inspirada sobre todo por la vida y fe de su madre, que ella aprendió la fe simple y quería ponerla en práctica''.
