Y es que la polémica y el sueco van de la mano, tanto así, que podría estar cerca de recibir la sanción más dura de su carrera la cual le llevaría inclusive al retiro.
La razón es la siguiente: con su regreso a la selección, ha quebrantado las reglas del código ético de la FIFA y UEFA al ser socio de la empresa de apuestas Bethard.com, ya que es prohibido para los futbolistas que participan en ambos organismos obtener ingresos monetarios de este tipo.
Zlatan es copropietario de esta casa apostadora con sede en Malta desde 2018, donde no hubiera podido participar del Mundial de Rusia en dicho año si así lo hubiera querido.
'Ibrahimovic se convirtió en copropietario y líder de Bethard a través de su sociedad limitada, Unknown AB, en 2018. Debido a esta relación, no habría podido participar en la Copa del Mundo 2018, incluso si hubiera querido revertir su retiro internacional en esa etapa', informó el diario sueco Aftonbladet.
Bethard se echó a la bolsa una suma de 301 millones de coronas suecas (alrededor de 30 millones de euros) en 2019 de los cuales Zlatan recibió un gran porcentaje ya que el dueño de la empresa, Erik Skarp , confirmó que el jugador del Milan continúa siendo socio de la casa de apuestas.
El castigo por violar esta regulación impuesta por la FIFA traería una multa de casi 100.000 euros junto a una posible suspensión de todas las actividades relacionadas con el fútbol durante tres años máximo.
