'Ya se los dije, no voy a hablar. Pero el estadio Beira-Rio muy bonito', dijo escuetamente a los reporteros Valcke y dejando una sensación positiva.
Y es que el gran problema en Porto Alegre, lugar donde se jugará el Honduras-Francia, es que el club Internacional, dueño del recinto, expresó que no está dispuesto a correr con los gastos de las estructuras temporales que ascienden a 12,5 millones de dólares.
'Estamos cediendo el estadio, un gimnasio, un centro de eventos y los estacionamientos sin recibir nada a cambio', alegó Giovanni Luigi, presidente del club.
Por su parte Curitiba, donde la Bicolor se medirá a Ecuador, presenta atrasos considerables en la construcción del estadio y es por ello que FIFA analiza echarla de las sedes.
Valcke brindará una conferencia de prensa en Florianópolis donde se desarrolla la Reunión Técnica previo a la Copa del Mundo.Y allí se conocerá si Curitiba es eliminada o no del Mundial.