Al concluir el juego que la USAC le ganó 1-0 a Comunicaciones para consolidarse como líder del Clausura, se vivió media hora de angustia y violencia en los alrededores del estadio, mientras los aficionados no podían marcharse y debieron ser trasladados desde las graderías hacia el campo de juego.
Se escucharon detonaciones de armas de control de los agentes de seguridad y empezaron los disturbios con enfrentamientos con algunos aficionados, una situación que derivó en heridos en el grupo de terceros y daños materiales a automóviles que se encontraban en el parqueo, incluyendo vehículos de la prensa y los jugadores, y a edificios del complejo universitario.
Los simpatizantes que se encontraban las graderías fueron trasladados al terreno de juego con la apertura de las puertas de acceso para resguardarlos de los actos de violencia en las afueras, por lo que debieron esperar un rato para tener la libertad de marcharse hacia sus hogares.
Varios aficionados resultaron heridos por lanzamiento de piedras y otros hechos de violencia, por lo que tuvieron que ser atendidos por los cuerpos médicos, mientras los agentes de seguridad de a poco establecían la calma al cabo de unos 30 minutos de terminado el compromiso.
NUEVO BROTE DE VIOLENCIA
Los disturbios en el Estadio Revolución de la Universidad de San Carlos, que en otras cosas también provocó la suspensión de las clases habituales en el complejo educativo, se suma a otros episodios lamentables que se han dado en las últimas semanas en el fútbol centroamericano.
Primero fue la brutal agresión a un aficionado en Estadio Nacional de Tegucigalpa en el clásico entre Olimpia y Motagua en el Clausura hondureño y hace unos días se dieron enfrentamientos y ataques de aficionados de Alajuelense a sus pares de Cartaginés en partido válido por el Torneo de Verano tico, todo durante el mes de febrero.
