El equipo merengue arribó al lugar a las 6 de la mañana (10 de la noche de Honduras), para festejar la ansiada 'décima' con su fanaticada.
La fuente de la diosa se rodeó por vallas y un fuerte dispositivo policial para evitar que los aficionados, llegados de todos los puntos de la capital, se puedan encaramar a ella y provocar daños en la escultura.
La organización, como en ocasiones anteriores, ha montado una estructura alrededor de la figura de la diosa para que los jugadores del Real Madrid, cuya llegada a la plaza sobre las tres y media de la madrugada, puedan celebrar con la afición la conquista de la 'décima', aunque tan solo uno de ellos podrá subir a lo más alto para colocar la bufanda con los colores del Real Madrid a la diosa Cibeles.
Tanto la plaza como calles aledañas fueron controladas por la policía para evitar incidentes.
Además, numerosas ambulancias hicieron guardia en las calles cortadas, mientras que un 'speaker' se encargó de mantener la animación entre el creciente número de aficionados que esperon pacientemente la llegada de sus héroes