'Quiero ser profesional. Primero empezar con Tolima y así lo que quiera Dios', dijo tras finalizado un partido en la Copa Pony en el año 2004 el crack colombiano.
El jugador de 22 años ya tenía claro que quería ser jugador de fútbol y daba las entrevistas como tal.
En dicha Copa Pony, James, con la Academia Tolimense ya hacia ruletas, fintas, y diabluras varias aprovechando su ya potente zurda con la que ejecutaba las faltas también con maestría.
Cada gol que anotaba llevaba dedicatoria especial y eran para su 'mamá' y su 'padrazo'. Con la guía de Dios, este muchacho ve cumplir, uno a uno, cada sueño que se propuso.