El abogado del jugador, Olivier Martin, anunció a la prensa que Brandao, de 34 años, no podrá disputar ningún partido hasta el próximo 18 de septiembre, cuando se espera que termine la instrucción que dé lugar a una decisión definitiva.
Tras la derrota por 2-0 del Bastia ante el PSG el pasado sábado, Brandao esperó a su rival Thiago Motta en el túnel de vestuarios del Parque de los Príncipes, le propinó un cabezazo y salió corriendo para buscar refugio en su vestuario.
La agresión, además de producirse ante un gran número de testigos que abandonaban el terreno de juego, quedó registrada por las cámaras de seguridad del club parisino.
Thiago Motta quedó con la cara ensangrentada y más tarde se le diagnosticó una fractura en la nariz, pero el ex jugador del Barcelona y Atlético Madrid no repelió la agresión.
Brandao, a quien no se esperaba en los locales parisinos de la LFP, se presentó ante la comisión de disciplina pero no hizo declaraciones a la salida.
Según el reglamento de la LFP, la sanción definitiva para Brandao podría llegar a dos años si Thiago Motta hubiera estado más de ocho días de baja laboral.
Si la baja es menor, la suspensión sería de un año. Y si el cabezazo no le acarrea ninguna baja Brandao estará ocho partidos sancionado.
Thiago Motta, que el próximo jueves cumplirá 32 años, se entrenó con normalidad esta semana y está en la lista de convocados para el próximo partido del club de París, que el próximo viernes se medirá como visitante contra el Evian en la tercera jornada de liga.
Mientras tanto, el Bastia ha apartado a su delantero del efectivo que dirige el exinternacional francés Claude Makelele, a espera de que la LFP se pronunciase.
Además, el equipo corso condenó 'sin ambigüedad' la acción de su jugador y se reservó el derecho de emprender alguna 'acción ulterior'.
Por su parte, el presidente del PSG, Nasser Al-Jelaifi, pidió una sanción de por vida para Brandao, de 34 años.
La prensa deportiva francesa apunta a que Makelele se ha fijado ya en el delantero del Burdeos Guillaume Hoarau, de 30 años, para tomar el testigo de Brandao en el ataque corso.
