Según informó la UEFA, ambas federaciones han sido multadas además con 100 mil euros, aunque tienen posibilidad de recurrir las sanciones impuestas.
Los hechos juzgados ocurrieron el pasado 14 de octubre en Belgrado, en el partido del grupo I de clasificación para la Eurocopa 2016, que fue suspendido por el árbitro inglés Martín Atkinson en el minuto 41 por un amago de enfrentamiento entre los jugadores, el lanzamientos de petardos y bengalas desde la grada y un intento de invasión del campo por los aficionados serbios.
Los incidentes se desencadenaron cuando un dron comenzó a sobrevolar el estadio del Partizán con una bandera de la denominada 'Gran Albania', lo que provocó la indignación de los espectadores.
El jugador serbio Stefan Mitrovic recogió la bandera para bajar el aparato, por lo que fue empujado por varios jugadores albaneses y se organizó una tangana sobre el campo que tuvo que ser dispersada. El árbitro tuvo que interrumpir el partido y, posteriormente, lo suspendió.
Este partido estaba considerado de máximo riesgo debido a la enemistad entre las dos aficiones y la tensión política entre los dos países por el conflicto de Kosovo, una antigua provincia serbia poblada mayoritariamente por albaneses étnicos que se independizó unilateralmente en 2008.
Ante ello, la UEFA decidió la apertura de procedimientos disciplinarios contra la Federación de Fútbol de Serbia tras 'el encendido y lanzamiento de bengalas y proyectiles, los disturbios generados, la invasión de campo de sus aficionados, organización insuficiente y el uso de un puntero láser'.
El máximo organismo futbolístico europeo también abrió 'procedimientos contra la Federación de Fútbol de Albania por negarse a jugar y por exhibir una pancarta ilícita'.
