La escena fue insólita. Tras el partido, Icardi, autor del único tanto de su equipo, se dirigió a la grada en la que estaban los aficionados del Inter que se desplazaron a Sassuolo y quiso agradecerles su apoyo regalándoles su camiseta.
Sin embargo, los 'tifosi' interistas, hartos de la desastrosa temporada de su equipo (13º en el campeonato y sin opciones de jugar la próxima temporada en Champions), le devolvieron al jugador su camiseta.
Icardi se encaró entonces con los aficionados y su compañero colombiano Fredy Guarín, que se había acercado a 'rescatar' al argentino, también se enzarzó en una discusión dialéctica con los hinchas, con insultos y pitidos de por medio.
El técnico del Inter, Roberto Mancini, explicó tras el encuentro que 'a veces hay desencuentros entre los hinchas y el equipo, pero espero que se resuelva pronto la situación porque necesitamos a nuestros hinchas'.