Nada más al comenzar el choque, y cuando los visitantes estaban dominando el encuentro, Guillaume Guillet abrió el marcador local con un derechazo tras un centro desde la izquierda.
Los monegascos tardaron en asimilar el gol encajado, pero poco a poco se fueron sacando la presión del debut y comenzaron a comandar las acciones ofensivas del choque.
Por su parte, el hondureño hacía desbordes por las bandas, pero no podía penetrar el área rival. Najar jugó los 90 minutos, pero no pudo hacer mucho en la ofensiva de los púrpuras.
El primero en intentarlo fue el luso Fabio Coentrão con un disparo desde la frontal del área, pero el meta Silvio Proto despejó el intento del lateral.
Irse al descanso con el empate era el objetivo para el cuadro galo y casi lo logra en el 34', cuando Iván Cavaleiro envió al lateral de la red un buen pase desde la izquierda de Coentrão.
El aluvión de llegadas continuaba y el cuadro belga no podía detener los envites de los franceses, que volvieron a probar suerte por medio del central Raggi, pero el testarazo del defensa se fue por encima del larguero y el encuentro recibió el descanso con el 1-0 para los locales.
La reanudación volvió a activar el juego ofensivo del Anderlecht, que tuvo dos oportunidades para aumentar su ventaja en el marcador. Primero fue el delantero Okaka con un remate cruzado y posteriormente Matías Suárez, pero ambos disparos salieron desviados.
En un intento por aumentar su capacidad ofensiva el técnico del Mónaco, Leo Jardim, dio entrada a Lacina Traoré y a Stephan El Shaarawy. Sus intenciones casi se cumplen cuando el internacional italiano remató desde la frontal una pelota servida por el africano, aunque el disparo se encontró con las manos de Proto.
Con el partido agonizando a falta de cinco minutos, el cambio de Traoré trajo beneficios al Mónaco que se encontró con el empate.
El espigado delantero aprovechó un rechace dentro del área pequeña tras un remate de El Shaarawy para cabecear a la red el tanto de la igualdad definitiva para los galos.
