El agente, que pidió ser identificado únicamente con el nombre de Zouheir, dice que al asaltante se le descubrió un chaleco repleto de explosivos cuando intentaba acceder al estadio, quince minutos antes de que comenzara el encuentro.
Fue entonces cuando emprendió la huida y detonó las bombas que llevaba adheridas a su cuerpo en las proximidades del estadio.
La Policía francesa ha confirmado el relato del guardia y los agentes sospechan que el terrorista intentaba provocar una estampida letal de gente en el interior del recinto, con capacidad para 81.000 personas.
Tres minutos más tarde, otro asaltante se inmoló en las inmediaciones del Stade de France. Un tercer terrorista suicida detonó sus explosivos en un McDonald cercano, con el resultado de una persona muerta.
Las explosiones se produjeron mientras se jugaba la primera mitad del encuentro, sembrando la confusión entre los espectadores.
El mundo sigue consternado por la cadena de atentados cometidos por grupos islamistas radicales que se produjeron en la noche del viernes 13 de noviembre de 2015 en París y que ocasionaros más de un centenar de muertos y varios centenares de heridos.