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Ha llovido mucho desde que Falcao dominara el continente europeo en el FC Porto y en el Atlético de Madrid, de donde salió por más de 40 millones de euros. Desde entonces, lesiones y frustraciones varias en el Manchester United, el Mónaco y el Chelsea, habían mandado al astro cafetero hacia una situación de ostracismo total.
Ahora, con 30 años y en medio de un verano en el que se ha hablado mucho del futuro del ariete, Falcao ha decidido volver al Mónaco tras completar una horrenda experiencia como prestado en Stamford Bridge. “Es muy trabajador. Trabaja duro antes y después de los entrenamientos, está preparado físicamente. También habla mucho con los demás jugadores. Es muy importante en el campo”, ha destacado Nabil Dirar, su compañero en el principado.
Decisión más que acertada, y es que el delantero colombiano se ha ganado el respeto y la continuidad a base de goles. En la ida de la previa de la Champions, ante el Fenerbache, Radamel anotó el único tanto de la derrota por 2-1 del Mónaco. Gol que, a pesar de no servir para darle la victoria a los suyos, sirve para permitirles soñar.
Falcao no saldrá este verano del conjunto monegasco, como sí sucedió las dos últimas temporadas. Le necesitan para triunfar. Y él les necesita para volver a ser el que era.
