El más sorprendente de los incidentes con elementos pirotécnicos proscritos se registró en un espacio de aficionados ('fan zone', en la jerga de la UEFA) de Niza el pasado miércoles al durante el partido entre Francia y Albania, en el que los locales vencieron por 2-0.
A pesar de las notables medidas de seguridad, desplegadas por la amenaza terrorista sobre la competición pero también para evitar más problemas entre hinchadas, un aficionado francés de origen albanés logró introducir una bengala en ese espacio habilitado para que los aficionados sigan los partidos en pantallas gigantes.
Lo hizo disimulando el artefacto en su propio recto, según informó el fiscal de Niza, Jean-Michel Prêtre, que señaló que la bengala medía 18 centímetros de largo y 4 de diámetro.