El calvario de Kevin Hernández en el Real España

El portero Kevin Hernández ha quedado marcado por el suceso de inicio de año cuando fue acusado en la Policía de agredir al esposo de su cuñada y esto le llevó a ser separado del primer equipo de Real España. Para sorpresa de muchos, se mantiene entrenando.

Como una rutina y para no perder sus condiciones, Kevin ha determinado presentarse todos los días a la sede del Real España al no tener notificación de despido ni arreglar su salida.

El portero llega dos horas antes de que comience el plantel de la realeza, pues tiene prohibido estar con el equipo y hasta usar la indumentaria con los logos y patrocinadores del cuadro sampedrano.

Esto ha hecho que Hernández se vea obligado a entrenar con la ropa al revés. “El que persevera alcanza hermano, sé que en este mes se solventará todo”, comenta Hernández al final de la práctica con algunos seguidores del conjunto sampedrano que llegaron a darle ánimos. No baja los brazos y ha encontrado en Gustavo Gallegos, preparador de porteros, un amigo.

“Con trabajo me he ganado todo lo que tengo, se trata de perseverar”, les decía una y otra vez a los dos integrantes de la Megabarra mientras se secaba el sudor del rostro.

Al final de la práctica se quedó sentado viendo al pasto como reflexionando, pues ha recibido un golpe bajo cuando era considerado un hombre clave para el entrenador de la Máquina, el tico Javier Delgado.

Su futuro está en manos de la justicia, si esta resuelve a favor de Kevin, Real España determinará si lo reintegra al plantel o no.

Pero Kevin tiene condiciones y por eso dos equipos ya se acercaron a él y preguntando por sus servicios: Real Sociedad y Marathón... Pero por ahora sigue lanzándose para pasar este calvario.

DATOS

1. Kevin todavía tiene año y medio de contrato con Real España y la dirigencia determinó separarlo del primer equipo y según se ha conocido será por tiempo indefinido por la agresión a su cuñado.

2. Lo que molestó a los dirigentes del Real España fue que la Policía llegó a la sede y manchó la imagen del club cuando llegó junto a Nelson Urias, presunto agredido por Kevin, y fue allí cuando se determinó separarlo del primer equipo.