Al minuto dos del segundo tiempo, Luis Suárez le ganó el balón a Ramos al cubrir el balón y cuando la pelota y el uruguayo ya habían pasado por Sergio, el defensor le cometió una falta al charrúa.
El árbitro Fernández decidió sancionar la falta, pero todos reclamaban una tarjeta amarilla que sería la segunda para el madridista que había sido amonestado en la primera mitad.
El mismo Suárez hizo un gesto a las cámaras reclamando la amarilla, pero el juez perdonó la roja.
Luego al minuto 56, el zaguero se incorporó al ataque y en el área del Barcelona lanzó el codazo a Dani Alves.
Sergio Ramos no vio la amarilla en ninguna de estas acciones.