Y es que justamente este día se cumplen 16 años de una traición que la afición culé nunca perdonará. Era el 24 de julio de 2000 y el portugués se presentaba como nuevo jugador del Real Madrid. flanqueado por el malogrado Alfredo di Stefano y Florentino Pérez, que acababa de proclamarse nuevo presidente del Real Madrid.
Real Madrid comenzó a tantear el fichaje del crack portugués y el 5 de julio de 2000 comenzaron a circular los primeros rumores que el luso iría al Real Madrid.
Aunque la información que se desprendía de una posible llegada de Figo a tierras madridistas no se le dio crédito ya que días antes, el mismo Figo aseguró en una entrevista a SPORT que 'esta es y será mi camiseta. Gane o pierda Florentino las elecciones, no seré jugador del Real Madrid. Solo jugaré en el Barça'.
Esta declaración de amor es lo que más dolió a los culés. Apenas unas horas después de que Joan Gaspart ganara las elecciones a la presidencia del Barça, Figo hacía efectivos los 61,7 millones de su cláusula (10.270 millones de pesetas de la época) y se presentaba con la camiseta blanca, convirtiéndose en el traspaso más caro de la historia hasta ese momento.
Florentino Pérez había prometido al madridismo el fichaje de Luis Figo si ganaba las elecciones presidenciales del Real Madrid.
Eso sí, Figo y su representante nunca imaginaron que Florentino ganaría aquellas elecciones y usaron como un arma para presionar a la directiva del Barça a una mejora de contrato sustancial. Lo que pasó después es que Pérez fue electo el máximo jerarca de los blancos.
Tras ello, lo demás todos lo saben, Luis Figo era comprado por el Real Madrid y se convertía en un bombazo monumental en el mercado de fichajes del fútbol europeo.
Joan Gaspart, directivo del Barcelona en aquellos tiempos, calificó el acuerdo entre Florentino y Figo de 'inmoralidad' y amenazó tanto al portugués como al Real Madrid: 'El que la hace la paga. El Real Madrid se ha quedado con un jugador que no siente los colores'.
Luis Figo es el jugador más odiado en el mundo catalán, y por ello, el 21 de octubre del año 2000, Figo visitó por primera vez el Camp Nou y el momento que vivió pasó a la historia.
