Diario The Guardian explica que hubo “finanzas extrañas” durante la temporada del ascenso. Desde que el magnate tailandés dueño de King Power International, Vichai Srivaddhanaprabha comprara el club, ha estado inyectando dinero de su propio bolsillo para poder traer mejores jugadores y en consecuencia obtener mayores resultados.
El club está siendo investigado principalmente por el trato que hicieron en enero de 2014 con Trestellar Ltd, empresa a la que vendieron parte de sus derechos comerciales y de patrocinio que repentinamente incrementaron los beneficios del club, reduciendo sus pérdidas de manera considerable.
El Fair Play Financiero de la liga inglesa estipula que todos los clubes acuerdan que no pueden tener pérdidas superiores a los ocho millones de libras para intentar reducir el dinero destinado a salarios de futbolistas, pero las normas no permiten que el propietario del club pueda pagar de su bolsillo esas deudas, incluso si lo hace a través de un sponsor, ya que estaría inflando el valor de mercado.
Además, la empresa a la que se vendió estos derechos, Trestellar, es propiedad de Dave Richards, uno de los altos cargos de la Federación de Inglaterra de fútbol. Dicha empresa no posee ni página web ni número de teléfono y al parecer tampoco la licencia necesaria para los derechos de explotación.
Por otra parte, el Leicester volvió a comprar los derechos vendidos a Trestellar, una operación extraña de la que se quejan varios presidentes de equipos del Championship que no han querido ser identificados: 'Lo que hizo el Leicester parece dopaje financiero”.
Esta situación podría significar que si el Leicester hubiera violado el Fair Play Financiero, se enfrentaría a una gran multa, ya que habría tenido ventaja para pagar a jugadores como Esteban Cambiasso, Riyad Mahrez o Jamie Vardy, futbolistas que le han permitido estar hoy donde está.
