Para el mediocampista sueco Simon Tibbling, dicha motivación fue algo extraña, pero curiosa. Tuvo su origen durante mucho tiempo en las cartas Pokemón.
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'Es cierto que sin ellas no habría llegado nunca a profesional', bromea el número '22' del Groningen y de la selección sub-21 sueca en una entrevista publicada en FIFA.com.
'Comencé a jugar al fútbol a los 6 años en un pequeño club llamado Grödinge SK, pero no me pareció nada divertido. Quise dejarlo en el primer entrenamiento. Mi madre insistió para que siguiera. Sin embargo, yo no quería, hasta que ella me propuso un trato: 'si vas al entrenamiento te compro dos paquetes de cartas Pokemón'. Yo las coleccionaba y eso bastó para convencerme de continuar en el fútbol', remarcó el jugador de 21 años.
En 2012 debutó como profesional y tras dos temporadas con los Blåränderna, y en 2015 dio un nuevo salto, esta vez con destino al Groningen de la Eredivise holandesa.
'2015 fue un año especial para mí. Comenzó con la victoria en la Copa de los Países Bajos con mi club. Después seguí con el título de la Copa de Europa con la selección sueca sub-21, lo que conllevó el pase para el Torneo Olímpico. Imposible lograr un balance mejor. La temporada 2015/2016 fue más difícil. La Liga Europa, el campeonato, la Copa... teníamos muchos frentes abiertos. La acumulación de partidos nos ha complicado mucho las cosas. Aun así, yo me quedo con lo positivo. ¡He aprendido tanto!', relató el pequeño Simon.
'Jugar con tu país es de por sí un privilegio inmenso. Pero tener la oportunidad de representarlo en una competición como los Juegos Olímpicos es algo extraordinario. Es una gran suerte. Además, la última participación de Suecia en este certamen se remonta a 1992, con eso lo digo todo', concluyó.