'Estoy muy feliz, como que todavía no me lo acabo de creer', expresó la joven, que sueña con dedicarse al fútbol cuando sea mayor aunque piensa que en Uruguay lo tendrá difícil y por eso le gustaría poder marchar en algún momento a otro país.
'Nosotros estamos muy felices de que siga para adelante, y más en este país en el que aún no está muy arraigado el deporte femenino', contó a Efe su madre, Paula Espasandín, quien agregó que desde el Valencia dijeron que le otorgaron la beca 'no sólo porque jugara bien, sino porque era muy madura y se lo tomaba muy en serio'.
Espasandín comentó que ya 'desde muy chiquita' Chiara era una fanática de los deportes, especialmente del fútbol y del tenis, que acabó decantándose por el primero y que en la familia siempre la han apoyado 'al cien por cien'.
El campus del Valencia, destinado a jóvenes de 5 a 20 años, se desarrolló durante cinco días a principios de febrero en el departamento (provincia) de Canelones, en el sur de Uruguay.
Los participantes trabajaron de la mano de entrenadores europeos con el programa 'Academia GloVal', que busca llevar métodos de aprendizaje y entrenamiento del equipo 'che' fuera de España.