El Guangzhou Evergrande de la liga china, entrenado por el italiano Marcello Lippi, se coronó hoy por primera vez en su historia campeón de la Liga de Campeones Asiática en una final muy igualada contra el FC Seúl, dando a China su primer título internacional de clubes en 23 años.
El empate a dos goles en el partido de ida, en Seúl, daba a los cantoneses una mínima ventaja que hoy se convirtió en crucial, después de que los dos equipos volvieran a empatar, esta vez a un gol, con lo que se impuso el doble valor de los goles a domicilio para decantar la balanza del lado chino.
Lippi, a sus 65 años, es además su segunda victoria en Liga de Campeones, pero esta vez en otro continente, tras la lograda en Europa en 1996 con la Juventus de Turín frente al Ajax (después perdería otras tres más con los bianconeri, entre ellas la que el Real Madrid logró en 1998).
El Guangzhou se enfrentará el 14 de diciembre, en Agadir, al campeón de África, que se conocerá mañana domingo, tras el partido de vuelta entre el Al Ahly egipcio y el Orlando Pirates sudafricano.
El vencedor de esa eliminatoria Asia-África jugará la semifinal del Mundial de Clubes contra el Bayern Munich alemán, campeón de la Liga de Campeones europea, que, como el brasileño Atlético Mineiro (vencedor de la Libertadores), está eximido de jugar las fases previas.
Para los cantoneses la participación en el torneo supone alargar su temporada, ya que los clubes chinos, normalmente, descansan en los meses de diciembre a marzo
