Los universitarios dejaron por un momento a un lado los libros y se trasladaron a sus campos de fútbol para seguir de cerca las evoluciones de Messi y sus compañeros de selección.
No faltaron los gritos ni las carreras por conseguir una fotografía o un autógrafo de Leo Messi, el gran ídolo. Fue una sesión de trabajo intensa para los seguidores y aficionados que tuvieron la suerte de seguir de cerca el entrenamiento y tocar a los futbolistas argentinos liderados por Leo Messi.
Desde las tribunas no pararon de gritar y animar a Messi, que, cuando abandonó el terreno de juego, provocó la gran explosión. Fue una locura. Fue el útlimo en abandonar la sesión de trabajo, saludó timidamente a los jovenes seguidores y les firmó todo lo que le dieron. Una auténtica locura por Messi.