El Barcelona puso en marcha la semana pasada la campaña #TodosSomosMessi después de que el futbolista argentino fuera condenado por la Audiencia de Barcelona a 21 meses de prisión por tres delitos fiscales.
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En un comunicado conjunto, la Plataforma per una Fiscalitat Justa y de la Plataforma por la Justicia Fiscal, que agrupan a varias organizaciones de la sociedad civil, subrayan que la campaña del FC Barcelona contribuye a un clima social que 'justifica y tolera' lo que 'es un delito innegable' contra la hacienda pública y la sociedad.
A juicio de las organizaciones, cualquier defensa del defraudador es 'un claro agravio' al pretender que éste se encuentre en igualdad de condiciones que el resto de contribuyentes, 'cuando tiene todos los recursos a su alcance para eludir y evadir el pago de impuestos, generando confusión social'.
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Además, consideran que con la iniciativa se 'desprecia' el esfuerzo de las clases medias, trabajadoras y de la población menos favorecida, que 'con sus pagos de IVA e IRPF, aportan la mayoría de los ingresos públicos'.
Las plataformas sostienen que la campaña es 'desafortunada y malintencionada', y 'no responde a los principios de responsabilidad pública, fomento de valores cívicos y honorabilidad que un club como el Barcelona debería promover'.
