Cuando era un niño, el atacante luso se pasaba horas en la calle jugando con una pelota hasta que a los seis años su padre le propuso entrenar en el club Andorinha.
'En mi familia todos amamos el fútbol. Recuerdo que un día estaba jugando en la calle y mi padre me dijo: ¿Por qué no entrenas en el club cuando yo vaya a trabajar? Le dije que sí, ¿por qué no? Y así empecé a jugar', dijo en entrevista para Herbalife.
Y así es como comenzó a recorrer los caminos del balompié el portugués. Con el paso de los entrenamientos empezó a darse cuanta de que era diferente a los demás, aunque no pensó jamás que iba a ser lo que es hoy en día.
'Al principio sentí que era diferente al resto de niños. Nunca pensé que fuera a llegar a ser profesional. Ni llegar al Manchester United, Real Madrid o Sporting. En esos momentos sólo quería disfrutar y no se me pasaba por la cabeza que tenía talento. Al principio no sentía eso'.
Fue con el paso del tiempo cuando por su cabeza comenzaron a llegar muchas ideas y empezó a luchar por sus sueños.
'Después de tres o cuatro años me puse a pensar: Quiero jugar allí. Y me puse a ver todos los partidos y a soñar con vestir esa camiseta', concluyó.