Después de mucho tiempo, Woodward ha salido de su anonimato para hablar públicamente de su caso. 'Dentro del mundo del fútbol es más difícil hablar de estas cosas. Solo ahora, con 43 años, siento que realmente puedo vivir sin ese secreto y esa carga enorme y horrible', cuenta Woodward al medio británico.
Bennell fue sentenciado a nueve años de prisión en 1998, después de admitir 23 pruebas de delitos sexuales contra seis niños de entre nueve y 15 años. Woodward, que coincidió con el técnico en su etapa en el Crewe Alexandra, estaba entre las víctimas. La carrera de Woodward terminó a los 29 años, por no ser capaz de soportar las secuelas psicológicas que le dejó.
Woodward tuvo incluso que fingir una lesión durante un partido por tener un ataque de pánico que se repitiría regularmente a lo largo de su carrera. El exfutbolista admite que quiso suicidarse 'más de diez veces'. Ha pasado su vida profesional luchando contra la depresión y la ansiedad.
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'Mi vida ha estado arruinada hasta los 43 años' dice Woodward, '¿Pero cuántos más habrá como yo? Estoy hablando de cientos de niños que Barry Bennell seleccionó para varios equipos de fútbol y que ahora, como adultos, todavía podrían estar viviendo cone se terrible miedo'.
Benell fue el hombre que le dio la oportunidad a Woodward de entrar en el Crewe Alexandra. 'Era un hombre con la reputación de ser el mejor entrenador de jóvenes del país, confié en él', dice el ex jugador, que afirma que el técnico tenía predilección por los 'chicos más débiles y blandos'.
Benell utilizaba el miedo para intimidar a sus víctimas y evitar que hablarán. Lo hacia por medio de amenazas físicas y chantajes. 'A veces sacaba sus 'chocolates' para callarme. Yo sujetaba una hoja y el la partía por la mitad para demostrar el poder que tenía'. Acabar con la carrera del joven Woodward también era una de sus amenazas recurrentes.
El técnico volvió a ser condenado en 2015 por otro caso de pederastia que ocurrió en 2012. Precisamente un año antes se suicidó Gary Speed, internacional galés en 58 ocasiones que llegó a dormir en casa de Benell, aunque la familia desmintió que abusara de él.
