Allá por el 2014, específicamente el 4 de diciembre era presentado en Tegucigalpa el colombiano Jorge Luis Pinto como entrenador de Honduras tras la destitución de Hernán Medford.
Tras varias reuniones entre el cafetero, Rafael Callejas, Javier Atala y Rafael Villeda se llegó a un acuerdo; asumir el reto de llevar a la bicolor a su tercer mundial consecutivo y cuarto en la historia.
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Dichos cónclaves no fueron sencillos, el ex presidente Callejas quería de cualquier manera a Pinto Afanador en el banquillo pero existió un inconveniente, el salario del estratega.
Lo que Pinto iba a ganar en nuestro país no bajaría de 50 mil dólares pues era el quinto mejor mandamás de Brasil 2014 y principal responsable de la histórica participación de Costa Rica en la Copa del Mundo celebrada en el país carioca.
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Lo antes mencionado representaba la cantidad más alta en la historia de un técnico de la selección ya que Reinaldo Rueda apenas se agenciaba 20 mil dólares mensuales mientras Luis Fernando Suárez tenía un salario de 30 mil billetes verdes al mes.
En el caso de Pinto, la cifra subió casi el doble y Fenafuth aceptó pagarle 50 mil dólares mensuales (cifra que no era la que pedía Pinto, buscaba más). Fueron tres años en los que se le saldó esa cantidad al ex técnico de la “H”, mencionar que parte de ese dinero era pagado por un par de patrocinadores que los consiguió Callejas al momento de hacer el contrato.
En moneda local; Pinto ganaba al mes, más de un millón de lempiras (1,175,757 actualizado a la fecha) esto tomando en cuenta el cambio del dólar desde diciembre del 2014 hasta noviembre del 2017 que fue cuando terminó el vínculo entre ambas partes.
Para la realidad nacional, es una cantidad descomunal aunque para el cafetero no pues incluso tuvo ofertas más altas de Asia.
