La Selección

Jorge Claros: 'Si me miraba gordo, me lo hubiera dicho en la cara”

El Pitbull Claros califica como “agridulce” sus últimos meses en la MLS y afirma que no le gustó la forma en cómo le comunicaron su salida.

2015-06-23

Muy pocas veces Jorge Claros se mostró tan abierto en una entrevista. Habló claro y tendido sobre su actualidad en China y reveló que aún no se explica la razón por la que salió del Sporting Kansas City de la MLS.

En el país asiático, de momento, vive solo, y aunque no habla mandarín, su buen manejo del inglés le ha facilitado las cosas.

Aquí la entrevista con el volante del Qingdao Jonoon.

¿Qué tal la experiencia por el fútbol chino?
Muy bien, nada de lo cual pueda quejarme. El fútbol en todos lados es el mismo, uno independientemente del idioma que se hable, es y debe ser el mismo.

¿Ya habla chino?
Ja, ja, unas que otras palabras. Hablarlo es complicado, es una lengua totalmente distinta al español o inglés, pero ahí vamos tratando de ponernos al tanto y poder comprender lo que nos dicen.

¿Qué sabe?
Ja, ja...entiendo, pero no me atrevo a hablarlo. Solo escucharlo uno sabe lo complicado que es. Hay que vivir al menos dos años, pienso yo, para poder hablarlo bien.

¿Cómo hace para comunicarse entonces?
Tenemos a un entrenador que habla inglés, gracias a Dios ese idioma lo domino bien. Además hay un traductor que habla inglés.

¿Ha sido difícil para usted y su familia esa transición de escoger a China como su lugar de residencia?
La verdad que sí, ha sido complicado. Son sacrificios que uno hace en base al trabajo que tengo. Nos vamos largo para ir a buscar el día a día. Gracias a Dios se me dio la oportunidad de irme a China, después de lo agridulce que pasé en Estados Unidos. Se extraña siempre la familia, estamos en una cultura distinta, pero no puedo quejarme de nada. Seguiré trabajando y veremos qué pasa en el futuro.

¿Se llevó a su esposa e hijo a China?
No, por los momentos estoy solo y eso ha sido lo más duro, estar sin mi familia, sin mi hijo, me da nostalgia, esto fue lo que elegí y debo asumirlo.

¿Futbolísticamente qué tal, cómo le va con el equipo?
De 13 partidos he jugado 12, uno no lo disputé por problemas de pasaporte. Sé que puedo dar más en mi rendimiento, pero gracias a Dios he tenido la continuidad que he tenido.

¿Experiencia agridulce en Estados Unidos, qué pasó?
Hubo malos entendidos, no soy quien para juzgar, pero nunca se me comunicó el porqué salí de Kansas, fue mi agente quien me lo dijo. Nadie del club me llamó y me dio la verdadera razón por la que me fui. Eso no me gustó.

Dicen que fue porque usted estaba gordo.
Esas son cosas secundarias. Mi agente me lo comentó, yo no vi nada de lo que decían. El trabajo mío es en el campo, lo demás queda a criterio de ustedes. Si el entrenador o el club dijeron eso, no lo sé. Yo llegué en enero a la pretemporada y si hubiera existido ese problema, si tenía sobrepeso o si me miraba gordo, el técnico me lo hubiera dicho en la cara, me lo comunicaron después de los partidos contra Venezuela en febrero. Pero eso ahora ya es pasado. Me enfoco en mi presente, la selección.

¿Por qué China?
Mi agente se movió rápido, en ese momento, después del juego ante Venezuela, mi representante me notifica que la gente de la MLS y luego el entrenador de Kansas, le dijeron que yo ya no seguía. La transición fue rápida y me tocó irme para China, no había otro mercado abierto, incluso el de la Liga Nacional no estaba disponible. Entonces tomé la decisión de irme allá.

¿Se arrepiente?
No me arrepiento de nada, todo lo que he hecho y las decisiones que he tomado, lo he hecho con la cabeza fría y esperemos en Dios que las cosas sigan saliendo bien, tal y como ahora están pasando en China.

¿Por cuánto fue su arreglo contractual?
Firmé por una temporada, ocho meses, eso dura el torneo, de enero a noviembre.

¿Después de China, qué sigue, hay opciones?
No sé, el futuro solo lo sabe Dios. Yo trabajaré al máximo para ir a jugar a otro club. Dependerá de Jesucristo y de lo que haga en mi equipo.

Lo hemos visto en actividad escolares con el Qingdao, ¿Cómo ha hecho para interactuar con los chinitos?
Es algo gracioso, bonito. Independientemente del lenguaje, uno trata de comprender. He ido en varias ocasiones a eventos con escuelas y gracias a Dios me han tomado en cuenta.

¿La comida qué tal?
Al igual que el lenguaje es un pequeño obstáculo, pero no es excusa para no ayudar o rendir. No comen como en Honduras, pero no me quejo, tengo salud y trabajo.

OTRAS PREGUNTAS

¿Sapos, ranas, alacranes, culebras...?
No sé si ya comí sapos, ranas..., no pregunto qué voy a ingerir, simplemente lo que no me gusta, lo hago a un lado, y lo que me gusta me lo como. Hasta hoy, todo sabe bien.

¿Cómo ha hecho el profesor Jorge Luis Pinto para darle seguimiento a su juego?
Tiene bastante comunicación conmigo, ha visto videos de algunos partidos y ha valorado eso.

¿Y con la familia, cada cuánto habla?
Todos los días, la comuicación es constante. Cuando uno está lejos de la familia es cuando las cosas se complican, pero vamos bien.

¿Cómo ve el proceso bajo el mando de Pinto?
Los partidos ante Paraguay y Brasil no los pude ver, pero observé los resúmenes, la Selección y el grupo está tomando la idea del profesor y hay que seguir para que tome un rumbo adecuado que culmine de la forma que todos queremos y llegar en buen nivel a la eliminatoria.

Tiene mucha competencia en su puesto...
Eso es bueno para la Selección, la pelea por un puesto por ser titular es lea y siempre será así.

¿Qué fue lo primero que hizo tras llegar a Honduras?
Me siento feliz de estar en Honduras, llegar al país de uno no tiene precio. Es lo máximo, he estado en otras naciones y a Honduras no lo cambio por anda. Soy privilegiado de haber nacido aquí. La emoción de ver a mi hijo, es algo increíble, ese amor es único y eso es lo que me tiene luchando y creciendo como persona y jugador.

¿Qué fue lo primero que comió?
No he comido baleadas, salí el domingo de China y llegué a las 11:00 AM a San Pedro Sula.