La Selección

Reinaldo Rueda revela porqué se fue de Honduras: 'Se había perdido un poco el respeto”

El DT Reinaldo Rueda recordó con el Loco de Limber su paso por Honduras, el mundial, los muñecos y las polémicas

2016-08-23

El fútbol se ha encargado de premiar a Reinaldo Rueda, quien no se cansa de cosechar éxitos a nivel de selecciones y clubes. El colombiano naturalizado hondureño se prepara para el Mundial de Clubes con el Atlético Nacional, campeón de la Copa Libertadores.

Profesor, usted es un hombre que siempre anda muy serio. ¿Cuándo sonríe, qué día y a qué hora se le puede sacar una sonrisa?
Ya sabes, hay momentos que el mismo grupo lo facilita, el fútbol es una profesión de muchas exigencias, de mucha rigidez y aunque siempre trato de mantener una relación muy cordial con mi cuerpo técnico, con la prensa, con los directivos y jugadores, hay instantes, hay espacios en donde se puede liberar esa expresión, la gente que me conoce de cerca sabe que no es fácil, se carga una tensión altísima, al final se puede compartir un momento de esparcimiento.

Hay que clasificar al Mundial, ganar la Copa Libertadores, firmar el mejor contrato, es ahí donde usted sonríe. ¿Tiene que haber un momento de éxito para usted para sacarle una sonrisa?
Ja, ja, ja, no Limber, cómo vas a creer, tan de mañana y me estás haciendo reír, no necesito eso, han sido momentos lindos; lograr clasificar a Honduras a un mundial, lo mismo con Ecuador, ganar la Copa Libertadores de América con el Nacional, lo que se hizo en el Mundial de Emiratos con la selección juvenil de Colombia, han habido varios momentos, no sé, el carácter y la personalidad de uno no hace que me sonría mucho, pero el respeto hacia todas las personas para mí ha sido muy importante, siempre trato de llevar una vida de muy buena relación con la gente.

No me diga que en casa anda siempre serio, apuesto que sus hijos y su esposa hacen lo que quieren con usted y no tiene otra que reír.
En la familia hay espacio para todo y todo depende, mis tres hijos son diferentes: la mayor y el menor son como yo, me identifico en ellos, la de en medio, Carolina, es la que más chispa tiene, la más jocosa, la que por ratos me toma el pelo, la que me pone cierto color en la cara, por instantes me abruma la vida, es una mesura importante.

Profesor, ¿a qué se ha debido sus éxitos en estos últimos años?
Bueno, eso es una bendición de Dios, un talento que él me ha dado, aparte que siempre estoy rodeado de un gran cuerpo técnico, un grupo de profesionales íntegros que he sabido seleccionar, con gran profesionalismo, con mucha pasión, mucho respeto por la profesión; por fortuna, Honduras en un momento lindo me brindó la oportunidad, mi señora recién me dijo, Dios quiera que no te vayas de Nacional como te viniste de Honduras, queriendo a la gente, recordando a la gente, fue una experiencia muy linda, llegar a un país muy bonito y con grandes jugadores, aprender de sus costumbres, sus culturas, sus comidas, todo, fue algo muy lindo, una relación de afecto. De la clasificación al mundial con Honduras, fue el punto de quiebre al reconocimiento de nuestra capacidad de trabajo y eso se ha ido consolidando a nivel internacional.

¿Que lo motivó en venir a dirigir a Honduras?
Me acuerdo de ese momento, pareciera que fuera hoy mismo, ya lo había tenido como rival y sabía de la trayectoria del equipo, conocía a varios jugadores y sus características; un día que fui con la selección de Colombia a San Pedro Sula a jugar un amistoso contra la H, quizás por ahí proyecté la idea de ir a trabajar con los juveniles de Honduras, eso pensé, vi jugadores con grandes condiciones, supe que había un lindo material, me acuerdo tanto que estaba en una habitación de hotel y miraba al horizonte, estaba el estadio Morazán y proyecté eso, y a los años Dios me dio la posibilidad de no dirigir juveniles en Honduras, pero sí de conducir la selección absoluta, logré involucrar a algunos juveniles en esos cuatro años, se dio, y a la medida que nos íbamos conociendo y los jugadores nos iban aceptando, crecía más la ilusión que lo podíamos lograr, por la capacidad, la raza futbolera, el talento, por la garra que tiene el jugador hondureño, también quería hacer un trabajo importante a nivel de fútbol con las selecciones nacionales, mi planificación que había hecho cuando estaba dirigiendo a Colombia, la llevé a Honduras, no tuve problemas para adaptarlo, los jugadores tienen muchas características parecidas.

¿Usted visualizó que viniendo algún día a dirigir a la H se podía dar el puntillazo final?
Quizás no tanto así, pero siempre supe que podía ser un gran trabajo, el desafío de clasificar al Mundial después de 28 años fue una responsabilidad muy grande, más por el momento que llegamos a Honduras, de escepticismo, de incredibilidad, llegar con respeto, con paciencia a aportar nuestros conocimientos, a mentalizar a un grupo que sí eran capaces de mejorar la cultura de entrenamiento, de explotar las condiciones de cada uno de los jugadores, de conocerlos, fue una experiencia muy linda, algo que quedará en nuestros corazones para siempre.

¿Qué paso en el Mundial? ¿Le fue difícil dirigir o tomar decisiones?
En lo absoluto, lo difícil fueron esos meses de octubre de 2009 y julio de 2010, esos meses posteriores a la clasificación en donde ocurrieron muchas situaciones muy difíciles de momento, de continuidad de los jugadores, de lesiones, hubo tentaciones, distracciones en el camino, eso es algo normal en nosotros los latinos, futbolistas que perdieron su titularidad en sus clubes, otros que se lesionaron, se perdieron jugadores muy importantes, la fase ofensiva.
Se da el paso de David Suazo del Inter a Génova, pierde continuidad, se daña de su rodilla y empieza a sufrir, Carlos Alberto Pavón se lesiona de un lumbar en la espalda, luego a Dani Turcios lo perdemos en un clásico Olimpia-Motagua, después el goleador Carlos Costly sufre de esa lesión del quinto metatarsiano; se juntaron muchos factores y tratamos de compensar eso haciendo una preparación con concentraciones largas en donde el jugador tiene que estar fuera de su casa y tiende a deprimirse.

¿Cómo logró manejar todo ese inconveniente que se dio con esos jugadores?
Esas fueron las dificultades y por eso la ilusión que teníamos de una buena expresión y un buen resultado no se pudo lograr por todo esos factores, cada uno de ellos hizo lo mejor, pero no nos alcanzó, además, estábamos en un grupo con equipos muy difíciles. Enfrentamos al campeón de Europa que era España, el mejor segundo europeo, Suiza, y al mejor segundo de Sudamérica, que en ese momento era Chile, que estaba dirigido por Marcelo Bielsa, era un grupo pesadísimo, competitivo. España sale campeón del mundo y el único partido que perdió fue contra Suiza y nosotros eliminamos a Suiza del Mundial, le dimos la posibilidad a Chile de progresar, al final de todo, Honduras hizo un mundial decoroso, digno, pero no nos alcanzó para dar ese paso que queríamos todos.

¿Cuáles fueron las razones por las que se fue del país? No quiso renovar contrato.
Se mezclaron una serie de factores en todos los órdenes, por todo lo que se vive alrededor de la pasión del fútbol; Honduras es un país en donde la gente se apasiona con el balompié y hay tanto fervor, habíamos logrado el techo, habíamos aportado muchas cosas, con el técnico de la Sub-17, Miguel Escalante, y también con el de la Sub-20, habíamos contribuido con la Selección olímpica, la había conseguido clasificar el profesor Alexis Mendoza, con todo el cuerpo técnico de la Bicolor absoluta, se alcanzó a hacer un ciclo olímpico completo, se había ido a todos los eventos más importantes en todas las categorías, eso no es fácil lograrlo en ningún país del mundo; se mezclaron unos problemas familiares, mi mamá y mi papá muy delicados y buscaba la manera de disfrutarlos y quería estar cerca de ellos, varios factores que consideramos que el ciclo se había cumplido, se había perdido un poco el respeto y la credibilidad y lo mejor era hacer un paso al costado y dejar que llegaran nuevos aires a la Selección.

¿De qué parte venía esa falta de respeto y falta de credibilidad?
El resultado, la frustración, cuando no se dan esos pasos las cosas cambian, la falta de respeto sentí que se dio en el posmundial, donde se mezclaron los conflictos políticos y personales, nunca hubo problemas con ningún jugador, ni con los dirigentes, era el rumor y toda la parte mediática que buscaba algo, además, había un desgaste que justo se reflejó en ese momento.

El entrenador colombiano Reinaldo Rueda se marchó entre lágrimas en 2010 al dejar Honduras.

El día que usted se despidió como entrenador de la Selección de Honduras, lloró. ¿Eran lágrimas de lo más profundo o de cocodrilo?
No me corresponde decir si eran de sentimiento, primero no soy un actor, la gente que me conoció de cerca sabe de mi sensibilidad, es una debilidad esa parte emotiva que a veces me cuesta expresarla, si alguien quería quedarse en Honduras era mi familia, ya estaban muy arraigados al país, estaban contentos en Honduras y tener que desprenderlos de sus amigos otras vez, salir de un país en donde te han dado amor, no es fácil, pero son cuestiones del fútbol, es una profesión que tiene esos componentes. Quizás me emocioné y por eso se me quebró la voz y llegaron las lágrimas, no tengo virtud ni característica de un artista.

Alejandra Rueda, su hija, siempre está pendiente de Honduras, ella declaró que usted extraña la ciudad de La Ceiba. ¿Es verdad eso?
Así es, un día lo manifesté, cuando comparto con la gente de Honduras le digo que me gustaría jubilarme y pensionarme para vivir mi retiro en La Ceiba, estar con mi gente, ir a la playa, viendo a los niños crecer, es un sitio que tiene un encanto especial, disfruté mucho cada vez que iba a la ciudad, además, tengo buenos amigos ahí.

Usted es un hondureño como yo, puede regresar el día que usted quiera.
Claro, por ahora esta profesión no da tiempo, recién me puse de acuerdo con la familia para decidir a dónde ir de vacaciones, a Roatán o al este, imagina que no puedo salir porque hay que preparar el equipo para el Mundial de Clubes. Claro, soy hondureño y ahora estoy hablando con un paisano.

Profesor, siempre está involucrado con su familia. ¿Son determinantes en esta carrera tan complicada como es el fútbol?
Es vital, cada día se constituye un núcleo muy fuerte con la madurez que van logrando los hijos, el sentido crítico, el aporte, mi señora ha sido una mujer de mucho carácter y ha sabido sacar adelante todo esto, he estado muchos años muy lejos de ellos, mucho tiempo fuera de la casa, los hijos van por muy buen camino, muy buena estructura en los valores, en la moral, eso te da un hogar, el vínculo que tengo con mis hermanos, mis padres, ha sido un vínculo muy positivo.

Su esposa, profesor, ¿le incomoda que usted reciba muchas llamadas de varias partes de mundo?
Hay momentos difíciles y hay momentos que no es fácil de soportar, pero es parte del aprendizaje que nos debemos a esta linda profesión, ella lo ha ido asimilando, ella es muy apasionada por el fútbol. Entiende bien.

No ha llegado un momento en que su esposa quiera meterse en su trabajo. Que le sugiera a quién meter, quién debe jugar.
No, ella no se mete, es muy respetuosa, muy centrada, mi mamá era que lo hacía en cierto momento cuando yo empezaba a dirigir, sí tenía su afectos, sus gustos, sus pasiones y por ahí me sugirió algunos cambios, ciertos jugadores, siempre estaba pendiente en hacer sugerencias para que el equipo ganara, meta a este y saque a este. Ja, ja, ja...

Profesor, cuentan que cuando usted quiere acabar con una fiesta de amigos, le da por tocar el acordeón.
Tengo esa afición, ese pasatiempo, me gusta mucho la música del vallenato, la traigo en la sangre por mi padre, por la tierra donde crecí, he tomado unas clases de acordeón, incluso, iba a clases en Honduras con un colombiano que radica en Tegucigalpa, disfruto mucho el vallenato y sigo aprendiendo tocar el acordeón.

Aseguran que el acordeón usted lo compró en Alemania y normalmente pasa engavetado.
Ha viajado mucho, es una historia muy linda, lo llevo a toda parte con la ilusión de ir mejorando cada día, me distrae sensibilizar el oído.

¿Qué lo ha fortalecido más? ¿El éxito o el fracaso?
Siempre se aprende más de las pérdidas, bueno, en esto del fútbol, cada partido te da una lección, es parte de la maduración de uno y los golpes que te dan la vida y el rival me han llevado a madurar.

AL PECHO

Profe, ¿lo presionó Víctor Bernárdez con la boquilla que metió para el último juego en Sudáfrica o usted ya tenía planeado meterlo a jugar?
Eso fue secundario, lo hablé con él y eso quedó bien claro, coincidió que él iba a jugar, es un hombre muy querido y con mucha trayectoria, se dieron las circunstancias y por las características del fútbol suizo era importante que actuara por el juego aéreo, España y Chile eran muy diferentes en ese aspecto para la participación de un futbolista como Víctor, ya estoy muy crecidito y muy recorrido para actuar bajo presión o alguna circunstancia de algún jugador, menos en ese momento, Víctor tenía su mérito y al final tuvo su participación.

¿Le costó mucho manejar al futbolista hondureño?
No, de las situaciones que más hemos resaltado y que siempre mantengo, es un afecto y una gratitud a muchos jugadores, era un grupo que había tenido buenos entrenadores como el caso de Ramón Maradiaga y otros que aportaron mucho como Chelato; esos jugadores sabían lo que era el fracaso y ya no querían que se repitiera, fue un grupo muy noble, un grupo íntegro en el esfuerzo y en el trabajo, con mucha mística, tengo un grato recuerdo.

¿Usted se adaptó a ellos o el grupo a usted?
Fue bilateral, algo recíproco, no era fácil, por la cultura, las costumbres. Pero se trabajó por el bien de ellos, de la Selección, no es cualquier país que tenga jugadores en Inglaterra, en Italia y otros países como los tenía Honduras en ese momento, eso facilitó un poco las cosas.

¿Cómo era cuando era jugador?
Fui capitán de la selección de mi colegio, cuando estaba pequeño era centro delantero, después bajé a defensa central, no era muy rápido, pero sí muy intuitivo, un estilo que me gustó en Honduras era la forma en que jugaba Mario Beata'.

¿Qué tipo de libros lee, profesor?
De todo, amo leer de todo, pero el fútbol cada día se vuelve más vigente, aparte de lo que es el trabajo de la psicología del balompié, más que todos esos son mis preferidos, psicología del fútbol.