En el Mineirao hace dos años, Brasil fue humillada por Alemania (7-1) en las semifinales del Mundial de Brasil 2014. Aquella masacre histórica en contra de la canarinha por parte del equipo, que después se coronó campeón del mundo, es junto a la derrota de Brasil en la final de 1950 en el Maracaná contra Uruguay, el momento más trágico en la historia de este país.
'Este estadio está maldito para nosotros, yo no he regresado desde aquella goleada', dice Federico, dueño de una pequeña cafetería en el centro de la ciudad.
'El Mineirao nos trae tristeza. Ese 7-1 en contra ante Alemania es uno de los momentos más duros que hemos vivido todos los torcedores de la selección', agrega Federico.
El estadio que para los brasileños es un lugar maldito, para Honduras puede convertirse en el escenario donde puede hacer historia en los Juegos Olímpicos clasificando a las semifinales por primera vez en la historia.
'Suerte Honduras, pero nosotros ahí lloramos luego de esa humillación', nos dice Luizao, un ciudadano de Belo Horizonte que se dedica al comercio en los alrededores del Mineirao.