El exfutbolista del Vida, Marathón y Platense encaminó a su hijo Bryan al fútbol profesional; sin embargo, no logró verlo debutar con la elástica de la Máquina y de la Bicolor, tras ser víctima de la delincuencia lo dejó completamente ciego; recibió un balazo.
“Perdí la vista totalmente producto de un asalto en 2013, me han revisado varios médicos, pero me dicen que es muy difícil que recupere la vista porque tengo muy dañado el ojo izquierdo, la bala penetró por el ojo derecho y me afectó también el izquierdo”, recordó con tristeza.
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Acosta reside en la casa de su mamá y se mantiene con la ayuda de la familia, especialmente de su hijo Bryan, quien siempre está atento a cumplir sus necesidades. “Vivo en la casa de mi madre, me movilizo bien porque me la conozco de memoria, tocando y tocando llego hasta donde quiero estar, pero no escondo que estos últimos cuatro años han sido los más difíciles de mi vida, pero con una bendición muy grande que mi hijo Bryan siempre está pendiente de mí, por él vivo y por él soporto todo”.
“Bryan me ayuda económicamente y moralmente, es el encargado de mi persona, siempre estamos juntos. Está pensando en llevarme a El Salvador para que me vuelvan a operar, pero le digo que tengamos paciencia y confiemos en el Señor, que Dios termine el milagro”, expresó.
SU MAYOR DOLOR: NO VER DEBUTAR A SU HIJO
Preguntado sobre lo más difícil de este proceso, señaló: “Lo que más me duele es que ese día sábado que me asaltaron y me dispararon, Bryan debutaba con Real España, pero nunca lo pude ver jugar profesionalmente, él me llamó un viernes para decirme que iba a estrenarse contra Choloma, lamentablemente me pasó esta tragedia”.
Y agregó: “Es muy triste no verlo jugar, era uno de mis sueños, pero la vida es así, siempre supe que jugaría en Liga Nacional, lamentablemente nunca podré observarlo en la cancha por el problema de mi ceguera, pero desde acá le mando buenas vibras para que la Selección gane y si él juega que haga un buen trabajo, voy a orar mucho por mi hijo, por todo el grupo y por Pinto para que Dios los ilumine”.
QUIERE QUE JUEGUE EN EL EXTRANJERO
El “Tambito” Acosta, como lo apodaron sus excompañeros, reveló que Bryan le ha llevado las medallas y trofeos que ha ganado en su carrera. “Me dice: ‘Papi, esta medalla y este trofeo son suyos’, pero le digo que se los lleve a casa de su mamá para que ella los tenga de recuerdo y pueda verlos, porque yo ya no puedo, esos recuerdos le van a quedar por siempre, por eso quiero que estén en un lugar más especial”.
“Me gustaría que jugara en el extranjero, estamos esperando esa bendición de Dios, no importa el equipo ni el país, lo fundamental es que Dios lo bendiga llevándolo a una liga competitiva donde se sienta bien, porque se lo merece, es una gran persona”.
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Acosta adelanta que el encuentro ante el equipo de las barras y las estrellas lo escuchará por televisión en la casa de su madre. “El partido contra Estados Unidos lo voy a escuchar en la casa con mi hermana, mi madre y otros familiares porque es de noche, pero contra Costa Rica voy a ir a Sierra Pina para compartir con su mamá y los otros familiares”.
MÁS SOBRE EL PADRE DE BRYAN ACOSTA
Nació en La Ceiba el 18 de agosto de 1958, debutó con el Vida donde jugó durante 10 años y ganó un título de campeón y dos subcampeonatos, también militó en Marathón y Platense, se desempeñaba como mediocampista, se retiró del fútbol en 1990.
Reymundo Acosta fue parte fundamental del Vida donde compartió con otros consagrados como Juanito Arzú, Gorcha Collins, Armando Vindel, Jorge Mendoza, “Bululo” Carías, Cipriano Dueñas, César Aguirre, Neptaly Guardado, “Bomba” Hidens y Matilde Lacayo. En Marathón con Omar Renderos, Leonel Machado y Moro Bardales entre otros.