La Selección

Sin llorar, ahora vamos por nuestro 'oro', el otro lado del Honduras-Brasil

El Maracaná nos quedó gigante. No metimos ni las manos, pero eso quedó atrás. Tenemos que pelear por esa medalla hasta el final.

2016-08-17

El Maracaná nos asustó hasta para cantar el Himno Nacional de Honduras. La catedral del fútbol brasileño nos quedó gigante. Nos vimos como hormigas ( perdimos 6-0 ante Brasil). No pudimos reaccionar, pero eso ya no importa. No le demos tanta vuelta al asunto. Brasil nos pulverizó y lo hizo bien.

¿Culpables? Podemos encontrar muchos, pero ya dejemos la lloradera y pensemos en nuestra verdadera final. En nuestro 'oro' que será de bronce.

No me había terminado ni de acomodar en el palco de prensa del Maracaná y ¡pum!, primer bombazo mortal al corazón.

En un suspiro, Neymar nos vacunó gracias a que Johnny Palacios estaba pensando en 'Catalina'. Ese gol sí que dolió. Apenas a los 16 segundos del partido. Los otros cinco fueron consecuencia de esa desgracia.

NOS ASUSTÓ VER A NEYMAR TAN CERCA

Pero es que insisto, perdimos desde que los jugadores salieron al campo viendo hacia las gradas y no al terreno de juego. Nos asustó todo. La afición, lo hermoso del estadio, ver a Neymar tan cerca. No pudimos con tanto.

Nos asustaron cuando ellos entonaron su himno acompañados por casi 80 personas que pintaron de verde y amarillo el mítico Maracaná. Que ya no es tan mítico desde que fue remodelado y desde que ya no son 150 mil torcedores los que ingresan, sino un poco más de 70 mil.

Foto: Diez

Antes de ingresar al estadio, un aficionado brasileño y específicamente del Flamengo, me dijo que yo estaba loco porque pensaba que era posible que Honduras le ganaría a Brasil en el Maracaná y me vaticinó una goleada.

Me dijo que iban a ser 7-1, como les ganó a Alemania a ellos en el Mundial de Brasil, pero en el Mineirao de Belo Horizonte. Estuvo cerca de acertar.

AHORA A PENSAR EN LOS AFRICANOS

Pero lejos de avergonzarme y de comenzar a señalar jugadores, me sentí orgulloso de ver a mi Honduras en ese estadio enfrentando a Brasil y me sentiré mucho más el sábado cuando peleemos contra Nigeria por la medalla de bronce, que para nuestro país es como un oro.

Foto: Diez

El Maracaná nos dejó una gran lección. Las catedrales se respetan. Se admiran. No se tocan. A Brasil solo una vez lo han golpeado ahí y fue hace 66 años. Quizá pase un siglo para que vuelva a suceder.

Ahora Honduras se tendrá que levantar, como lo ha hecho una y otra vez, y de peores cosas. La Bicolor jugará el sábado por el bronce y ahí estaremos siendo parte de esa historia, que esperamos termine con una medalla colgada en el cuello de cada uno de nuestros jugadores.