Liga Nacional

Pedrinho: 'Ojalá algún día mis hijos se puedan poner la camisa de Honduras'

El exjugador brasileño del Real España y Motagua habla del trato que recibió de ambas aficiones y afirma que sueña con volver al país.

2017-12-23

Pedrinho, te fuiste para Brasil sin hacer mucha bulla del futbol hondureño, no tuviste un retiro como el que se le suele hacer a otros extranjeros...

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Sí, me alegra mucho que la gente todavía me recuerde, la verdad que me siento muy contento con Honduras, su gente y todo lo que hice en su fútbol, tanto con la camiseta del Real España como con la de Motagua.

Eres de los últimos extranjeros que rindieron al máximo en el futbol hondureño, ¿por qué fue tan fácil?
La verdad que nada fue fácil, yo tuve que trabajar mucho, todo el tiempo tenía que estar probando en todos los partidos, con goles y con pases, dando el máximo aunque yo no tenía mucha marca siempre estaba en los partidos, nunca me escondí en uno, para mí los juegos difíciles fueron los mejores.

Recuerdo que cuando llegaste a Real España te quisieron catalogar como un paquete por ser un jugador lento, sin dinámica, ¿eso pudo haberte desanimado?
Al principio sí, acababa de llegar a un país donde no conocía nada, no sabía cómo jugaban y la verdad que los hondureños son muy fuertes y rápidos, la gente no sabía cómo jugaba yo y tenía que demostrarlo, gracias a Dios me salieron goles y con eso uno gana confianza y en mi primer año con Real España, en 2003, salí campeón, de ahí la gente me comenzó a respetar.

¿El Real España marcó tu estadía en el fútbol nacional?
La verdad que fue el primer equipo de Honduras que me abrió las puertas, por eso le tengo un cariño muy grande, así también le tengo cariño al Motagua, ellos me trataron muy bien, la verdad que hasta ahora me envían mensajes, me preguntan qué estoy haciendo, cuándo voy a ir a dirigir a Honduras, la gente siempre está pendiente, entonces uno se queda muy contento.

Foto: Diez

¿Qué pasó que el Real España no te retuvo en sus filas cuando eras uno de los principales jugadores de futbol hondureño?
La verdad que me hicieron una oferta de salario que yo no acepté, después vino Motagua y me ofreció más, yo tenía familia en la que tenía que pensar, yo me quería quedar en Real España pero la directiva no hizo mucho esfuerzo para que me quedara.

¿Entonces valió más el dinero para venirte a la capital? Eso fue lo que le demostraste a los dirigentes del Real España...
Sí, yo tenía ganas de jugar con el Real España, habíamos salido campeones, yo era el capitán del equipo, sabía cuánto ganaba la mayoría de la gente en Honduras, entonces uno tiene que tener valores y pedir lo que merece, entonces yo en ese momento estaba y jugaba bien así que quería ganar bien; pedí lo que merecía, entonces Motagua estaba casi en descenso y me puse ese desafío, puse en mi mente que a pesar de que están por descender me habían valorado.

Pero si hacemos una recopilación, ¿dónde creés que se te valoró más?
En el Real España la gente me trataba súper, como ídolo, en Motagua lo mismo, pero sentí más afecto del España, la gente de San Pedro tiene un cariño muy grande por mí; en el Motagua había otros, estaba Amado y al final yo quedé en la banca, me fue pasando la edad, ya no podía hacer algunas cosas que hacía de joven, pero igual, la gente de los equipos me ha tratado muy bien.

Foto: Diez

¿Y por qué te retiraste sin pena ni gloria? Un día se te busco y de repente ya no estabas en el país, se especulaba que ibas a fichar para Olimpia cuando el finado Juan de Dios tenía el equipo blanco.
Yo platiqué con Juan de Dios y Osman Madrid, y en el momento solo fueron noticias, pero nunca estuvimos por firmar, Juan de Dios me dijo que había jugadores en la misma posición que yo y todavía más jóvenes; en aquel momento ellos no necesitaban de Pedrinho, entonces yo platiqué con mi familia y decidimos regresar a Brasil.

¿Qué es lo que hacen en Brasil en estos momentos?
Abrí una escuela de futbol, doy clases a los jóvenes de los cinco a los 16 años, entonces ahí tengo la gente que ocupa la cancha y me paga por el alquiler. Así paso la vida.

¿Has pensado regresar a Honduras para algún día dirigir?
La verdad que tengo ganas, pero yo tengo muchas cosas que hacer aquí, se me hace difícil abandonar las cosas que tengo, tiene que salir algo muy bueno para que yo salga, porque las ganas de dirigir un equipo hondureño sí las tengo, es un país con el que yo y mi familia quedamos encantados.

¿Por qué a los jugadores que poco corren les cuesta en el terreno de juego? ¿Por qué seguimos creyendo que el futbol hondureño tiene que ser más físico y menos técnico?
No, ya hay que cambiar la mentalidad, la manera de jugar, uno sabe cómo se entrena en Barcelona y Real Madrid, entonces hay que poner la mentalidad de jugar, desde niños hay que prepararlos para que jueguen con técnica, no solo con la fuerza que tienen los hondureños.

¿Qué fue lo que vos descubriste que hay que mejorar en el futbol hondureño para que después pueda competir contra otros equipos? Recordá que jugaste en Europa.
No, cuando yo entrenaba con Motagua y España le decía a mis compañeros que jugaran por las bandas, que hay que centrar bien, el delantero tiene que patear un poquito más después del entreno, pero la gente después del entreno se va para la casa, hay que mejorar siempre para estar más técnico.

Foto: Diez

¿Entonces te parece que había una falta de compromiso?
Creo que sí, les falta compromiso, en Europa todos son comprometidos. Trabajan todo el tiempo, me tocó vivirlo y al final se te facilita todo.

¿Qué fue lo que más te gustó de nuestro fútbol?
Lo que más me gusto fue la fuerza de los jugadores, y un poco de técnica. Tienen buenas condiciones, solo se deben trabajar más la técnica y tendrán mejores jugadores.

Tenes dos hijos hondureños, ¿qué onda, saben controlar o atajar un balón?
Mis hijos son hondureños y la verdad que los dos entrenan, yo los pongo a jugar y lo hacen muy bien, ojalá que algún día se puedan poner la camiseta de Honduras. Yo sería muy feliz si eso sucede.

¿Ese es tu sueño, que algún día tus hijos jueguen fútbol en Brasil y decidan volver a Honduras para jugar con la Selección?
Sí, pero hay que prepararse, uno tiene 14 años y el otro tiene 13, juegan bien pero hay que prepararse; primero los estoy haciendo ir a la escuela.

Foto: Diez

Los que te recuerdan en el fútbol hondureño aseguran que eras mecha corta, para vos era fácil discutirte con un compañero o decirle las cosas de frente, ¿seguís manteniendo esa personalidad?
Creo que sí, yo siempre hablé de frente, pero la verdad que con todos siempre nos quedamos de amigos, es mejor hablar de frente que de espaldas. Siempre me he caracterizado por eso.

¿Nunca te causó problema en Honduras eso?
Uno que otro, pero solo era dentro de los entrenos y partidos, de ahí no había nada más.