Liga Nacional

Chino Discua: 'Diego Váquez quitó las manzanas podridas de Motagua'

“Chino” discua revela que uno de los grandes méritos de Diego Vázquez es haber quitado las “manzanas podridas” de Motagua

2018-02-16

Familiarizado con la victoria, acostumbrado a la presión por mantener al Motagua en los primeros lugares del torneo y líder absoluto. Por sus piernas pasa el éxito del Motagua. Carlos el “Chino” Discua sabe que para mantener al Ciclón en lo alto debe prevalecer el compromiso y la disciplina.

Recuerdo que cuando vos llegaste al Universidad se te dificultaba hasta movilizarte. Esos pudieron ser factores como para no seguir en el fútbol y vos lo hiciste.
Sí, la verdad que fue algo complicado, ahí te conocí, éramos flaquitos, cipotes y yo me dormía en un bus desde El Carrizal hasta la Universidad, me acuerdo que estaba en liga mayor; entonces, tenía que agarrar un bus desde El Carrizal hasta el entreno y llegaban momentos en los que me daba sueño, me quedaba dormido y el chofer me tocaba cuando tenía que bajarme, luego me iba a entrenar. Fue una experiencia bien bonita y es cuestión de suerte para que se te dé la oportunidad, si a mí no se me hubiera dado no hubiese seguido.

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Creo que a veces te ibas en bicicleta a El Carrizal para llegar a los entrenamientos.
Sí, nosotros entrenábamos en la Universidad, en el hoyo, y tenía unos amigos que me acompañaban a mis prácticas y de ahí nos teníamos que regresar, era algo complicado porque no estábamos económicamente bien, pero tenía la ilusión de venir a entrenar y hacer lo que me gustaba.

Valió más la voluntad; recuerdo que vos venías con cuatro o cinco personas más en bicicleta, llegabas al entreno, te regresabas y 14 años después aquí estás jugando.
Era algo divertido, éramos cipotes, la pasábamos bien calando en bicicleta y después veníamos a entrenar; entonces, matábamos dos pájaros de un tiro.

¿La primera vez que te quedaste durmiendo en el bus no fue con la intención de no pagar?
No, era porque como yo trabajaba en el centro y cuando iba a entrenar me dormía, pero no, yo sí tenía el dinero para pagar el bus.

Has tenido que sacrificarte mucho para convertirte en uno de los principales jugadores de Honduras.
Yo sé de dónde vengo y tengo los pies sobre la tierra, eso nunca se me va a olvidar, yo trabajaba en el centro y no me daba pena estar gritando lo que estaba de moda, en ese tiempo en Navidad las tarjetas musicales eran la novedad, las vendía a 10 lempiras y me ganaba mis 100 diarios. Mi hermana me daba la plata para vender, entonces yo le decía que hasta las tres trabajaba y después tomaba un colectivo del centro hasta la Universidad, así que no tenía problemas.

¿Entonces vos eras vendedor?
Sí, yo vendía lo que salía de moda, me daba reata con los de la alcaldía porque cuando llegaban había que salir corriendo, era lindo.

¿Pero nunca te decomisaron la mercadería?
Estaba chiva (listo), cuando decían que venían los “perros” yo me iba corriendo con mi hermana. Estábamos expuestos a eso, pero siempre estábamos alertas para salir de prisa.

¿Qué representa este Motagua actual?
Es algo muy lindo porque desde chiquito siempre he sido Motagua y mi ilusión siempre fue jugar aquí, si me llego a retirar aquí será un sueño para mí y hoy hemos hecho grandes cosas, el equipo lleva 4 o 5 años estable y para mí ha sido importante estar para apoyar.

Entonces no sos un jugador cotidiano, jugás en el equipo de tus amores y sos figura. Muchas veces persigues un sueño y no siempre se da.
Me costó, tuve muchas etapas difíciles, pasé a Olimpia, ellos le compraron mis papeles al Universidad, quizás era un equipo grande, pero no me fue bien, luego no tenía trabajo y después pasé al Victoria, también fue un momento muy difícil. Me fui a Sabá con mi esposa y no podía dormir porque no tenía a dónde ir, tenía contrato con Olimpia, pero ellos no querían que me presentara a trabajar, mi obligación era entrenar con el contrato, pero ellos me dijeron que no. Una noche me llamaron de Guatemala y era lo único que tenía, un equipo pequeño.

Foto: Diez

El capitán del Motagua, Carlos Discua, se mostró muy sincero en la entrevista con DIEZ.

¿Pero Olimpia te pagaba?
No.

¿Cómo no te iban a pagar si tenías contrato y fueron ellos los que se negaron a que te presentaras a la pretemporada?
Sí, y no me pagaban, es lo que te digo de cómo tratan al jugador. Así es y hoy en día solo es cuando estás rindiendo que te tratan bien, de lo contrario te tratan de otra forma. Pero entonces me tocó irme a Guatemala, Olimpia cedió a prestarme, tuve que empezar de cero y aguantar por varios años hasta poder llegar a Motagua.

¿Pero seguís creyendo que no fue lo mejor que te pudo haber pasado cuando fichaste con el Olimpia?
No, porque en Universidad yo era figura, era un cipote, pero tenía buen ritmo y bastantes expectativas, tenía la ilusión de salir.

¿Pero cómo estaba la cosa, tenías las condiciones para destacar o el Olimpia te adquirió por una confusión?
Era difícil, Limber, en aquel momento donde agarraba al Olimpia le metía gol, tanto de ida como en la vuelta, entonces no sé si fue que me compraron porque les hacía daño, ya que tenía buenas condiciones, pero cuando llegué a Olimpia era un equipazo, estaba Hendry Thomas, Boniek García, Dani Turcios, Ramón Núñez... o sea, me tocaba duro. Igual que ellos yo también era un jugadorazo, pero era nuevo, ellos ya tenían tiempo ahí, entonces no fue fácil. Igual estoy agradecido porque todo lo que uno sufre Dios se lo devuelve y aquí estamos.

Cuando yo te veo contra el Olimpia no veo que das un 100%, te elevas a un 4,000%. ¿Jugás con una espinita?
En un momento sí, hace un par de años cuando jugaba contra Olimpia quería meter mi gol y correr al 300%, pero hoy en día no, soy un jugador maduro y para mí cada partido es importante y todos los quiero ganar.

¿Qué clase de capitán eres? Veo que manejas el gafete del Motagua.
Soy tranquilo, cuando tengo que llamar la atención lo hago, cuando tengo que callar como capitán también lo hago, acepto mis errores porque no solo yo soy líder dentro del equipo, pero en el campo siempre trato de estar exigiendo a mis compañeros y a mí mismo, no me gusta perder, ellos lo saben, entonces soy una persona muy seria en eso.

¿Qué es lo que te irrita, lo que no te gusta ver dentro de la institución cuando sos capitán?
Hay cosas que a uno no le gustan, hay jugadores que por momentos en los entrenamientos se relajan; entonces, siempre trato de estar diciendo que vayamos hacia adelante, porque eso sí tiene el jugador hondureño, que cada vez que hace algo bueno se relaja y yo trato que eso no pase.

¿Cuál ha sido la clave futbolística para que este equipo se mueva como grande?
Vos que estuviste en el fútbol sabés que la unión es importante, todos somos iguales, también que tenemos buenos jugadores futbolísticamente, quizás no en nombres, pero que saben dar la guerra.

¿Cuál final creíste que la tenían en la bolsa y no fue así?
La de hace dos meses me dolió muchísimo, ya teníamos un campeonato ganado en el Nacional y un gol que nadie esperó nos hizo perder. Hasta lloré porque era una final que no quería dejar pasar.
¿Por qué jugás vos, por el amor a la institución o porque definitivamente ocupás dinero para llevar a casa?
No nos vamos a engañar, sí está el amor a la camiseta, pero hoy en día el dinero es importante, ocupo darle comida a mis hijos.

Foto: Diez

El Chino Discua hablando con el periodista de DIEZ, Limber Pérez.

¿En qué tendrías que mejorar en lo futbolístico?
Me siento orgulloso de lo que hasta ahora he dado, siempre como futbolista uno quiere dar más, desde pequeño me inculcaron eso de seguir adelante; entonces, siempre intento sobresalir en lo que me enfoco y siempre le digo a Dios que me ayude a dar lo mejor.

¿Qué ondas con Diego Vásquez, solo llegó y transformó el equipo?
Diego es un buen tipo que sabe llevar los partidos de una manera, a mí me asombró cuando él llegó, hace poco había sido compañero de él, fue quitando todas las manzanas podridas que había en el grupo y ahora nos tiene entre los mejores.

Jugaste con Diego en la Universidad y también en Victoria. ¿Hay preferencias o sos un jugador como los demás ante él?
Ante él todos somos importantes, lo que pasa es que Diego siempre mira todo lo que te has ganado; entonces, valora y respeta eso, pero también siempre valora lo que hacés dentro de la cancha y siempre me dice que yo soy como un ejemplo, que no me tengo que relajar y que debo dar todo.

¿Entonces, técnicamente él te mete cierto grado de presión?
Eso es lo que te digo, él sabe en quién confiar, somos tres o cuatro jugadores líderes en el equipo, siempre damos todo lo que tenemos, por eso él nos respalda en todo.

“Chino”, en el Motagua sos un crack. ¿Qué pasó que no llevaste esa altura futbolística a la Selección?
Ese punto es importante, era algo que yo me preguntaba, por qué no podía hacer en la Selección lo que hacía en Motagua. -Soy el “Chino” Discua, soy la misma persona-, la verdad es que una Selección Nacional no es lo mismo que un equipo, no es una excusa porque ya soy un jugador con experiencia, pero no es lo que esperaba, entrenaba a full, estaba concentrado al 100% en lo que debía hacer, pero no tuve ese salto para ser protagonista, pero ese era mi sueño, aportar a la Selección. Todavía voy por la calle y la gente me dice que en Motagua soy un jugadorazo, pero que en la Selección soy una caca.

¿Cuáles son los clubes en la Liga Nacional a los que Motagua se tiene que someter para ver lograr su objetivo?
Clarito, a los tres equipo grandes; Olimpia, España y Marathón son los clubes a vencer, son los que te vas a encontrar en las finales.

¿Cuál es la clave para mantener un alto rendimiento jornada a jornada cuando juegas como local o visitante?
Para mí es la experiencia y madurez adquirida, también está mi familia, ellos me dan una estabilidad emocional importante, por eso en estos últimos cinco años las cosas me han salido bien. Le pido a Dios que siga de esa misma manera, tengo tres años para seguir dando lo mejor y en eso me voy a enfocar.

¿Tenés una gran virtud, el golpe del balón. ¿Siempre estás entrenando extra o basta una pelota en un juego oficial?
Vos sabés que el toque uno ya lo trae, esa es una de mis cualidades, siempre es importante entrenarlas. Me quedo los miércoles con Kevin López y Erick Andino practicando tiros libres.

Estuviste un año en Alajuelense y tampoco es que los ticos te recuerdan de la mejor manera. ¿Fue difícil tu experiencia en Costa Rica?
Fue bonita, la primera etapa fue un torneo glorioso, fui un bárbaro, hice ocho goles y metí como nueve asistencias, lastimosamente ya para las semifinales tuve una lesión de la que me costó recuperarme, perdimos la final, pero en el segundo torneo no nos fue bien, me recuperé para los 10 partidos de la segunda vuelta, regresé, pero no fui el mismo.

A este plantel de Motagua, ¿sentís que le puede ajustar para la Concachampions?
Ese es otro torneo, pero vamos a apostar por lo mismo, a lo que siempre hemos hecho, ya el lunes creo que se viaja a Estados Unidos, vamos a dar nuestro máximo esfuerzo contra Xolos y obtener el mejor resultado.

Jugando los dos partidos en el extranjero, ¿tiene posibilidad Motagua para sorprender o está liquidado?
Estamos con las posibilidades intactas de pasar esa llave, no será fácil porque Xolos es un gran equipo. Creo que el factor de las canchas no es una ventaja para nosotros, pensábamos que jugaríamos aquí con muestra gente, pero bueno, ya está decidido y solo falta enfocarnos.

¿Cuál crees que sea la clave para intentar sorprender?
Yo pienso que en el primer partido porque no va a ser en su cancha, vamos a estar cerca de donde ellos, pero yo sé que van a ir bastantes hondureños a apoyarnos; entonces, tenemos que pasar con un buen resultado en el primer encuentro y lo más importante es ganar y a eso tenemos que apostarle.