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Emilio Izaguirre antes de retirarse: 'Quiero jugar mi tercer mundial'

Emilio nos abrió las puertas de su casa mientras pasa un buen tiempo de vaciones en Honduras, Algo que disfruta al máximo. Te presentamos al padre, amigo, esposo un tipo solidario y entregado a la vida en Cristo.

2018-05-03

A Emilio Izaguirre lo conocí cuando apenas era un cipote flacucho y lleno de sueños. Vivía en la Trinidad, sector de El Pedregal en Tegucigalpa, jugaba para las reservas del Olimpia, después pasaría al Motagua, donde se haría grande. Lo que menos se imaginaba es que unos años después se iba a convertir en uno de los jugadores más importantes de Honduras.

Milo, como le digo de cariño, es un tipo demasiado sencillo, humilde, tímido al extremo. Siempre ha dicho que no le gustan las cámaras ni ser protagonista a nivel mediático. Prefiere llevar su vida en privado, al lado de su hermosa familia y nada más.

Por estos días se encuentra en nuestro país pasando un tiempo de vacaciones, por primera vez disfrutará al menos de dos meses, algo que en los últimos 11 años no había podido hacer, pues casi siempre en su tiempo de descanso, le tocaba estar con la Selección Nacional preparándose para afrontar un juego eliminatorio, Copa Oro, un Mundial u otro torneo. “Hay que disfrutar de este tiempo en familia”, me dice sentado en un mueble hermoso, hecho de mimbre, que está en una de las entradas principales de su casa.

Una casa a la que solo ingresan sus amigos de toda la vida, su familia (por cierto, su hermano Miguel está presente), la familia de su esposa Virginia y ahora nosotros (DIEZ), con quienes se apresta para sostener una plática única como pocas veces lo hace. Conversaremos de su vida privada, que es un misterio, de sus planes a futuro, de la experiencia que está viviendo en Arabia, el país donde actualmente está jugando con el Al-Fayha de la primera división.

Foto: Diez

Emilio, muy tranquilo en la comodidad de su hogar. Foto: Juan Salgado



Mientras sus hijos van de un lado a otro por su casa, le propongo a Emilio jugar futbolito de mesa, algo con lo que él se divierte y lógicamente acepta. “Aquí no me ganás”, me advierte y comenzamos el partidito y a conversar de todo un poco.

¿Todavía vas a tu barrio? Le pregunto y él sonríe. “Es difícil ir ahora, pero mis amigos son de ahí, vienen aquí a mi casa. Todos los de la colonia de la Trinidad, El Pedregal, es un milagro que no están acá, vienen a jugar play, traen sus familias, es lindo poder verlos”.

Además, me comenta que cuando viene a Honduras trata de compartir un poco con los amigos que el fútbol le dejó a nivel de ligas menores. “Con Merlo, Canales, Calín, todos ellos, con Wilmer Vásquez, que jugamos en Olimpia. A Aarón Bardales, el “Chiqui” (exjugador de Motagua) lo he querido localizar. Siempre tengo la oportunidad de compartir con ellos y verlos un rato”.

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Nos cuenta que su placer siempre ha sido ayudar a sus amigos de toda la vida. “Cuando estaba en el Celtic les daba hasta 30 camisas, les regalaba tacos, algunos se molestaban en el barrio porque era imposible darles a todos. A veces si le daba uno, querían 10”.

¿Y el juego de futbolito? “Me tenés dormido con la plática, ja, ja, ja. Si hago carretilla te mato”, dice y lanza una sonrisa de oreja a oreja. Mientras cae una lluvia suave sobre la capital, ya es de noche y Emilio nos ofrece algo de tomar y comer, pero la plática debe continuar.

Foto: Diez

Milo y el periodista Jorge Ferman mientras jugaban una potra de futbolito.



UN TIPO SOLIDARIO

Siguiendo la línea de la conversación sobre lo que a él le gusta ayudar, recordamos algunos episodios en los que Emilio y su familia han protagonizado eventos solidarios. Es algo que no le gusta tocar, pero…“Siempre me ha gustado compartir con los niños todas las bendiciones que Dios ha hecho en mi vida. Siempre estoy ayudando, a los niños de las escuelas, he intentado ayudar con lo que puedo”, comenta.

Y luego advierte: “No me gusta hablar de ello porque lo hago de corazón. A nosotros con mi esposa nos gusta hacer las cosas sin hacer mucha bulla. Es difícil tocarlo porque es sacar lo que he hecho y estoy feliz por eso. Puedo ir a ayudar mañana a la gente y me quedo callado, lo hago de corazón”.

Emilio es un hombre de mucha fe. Desde hace muchos años le entregó su vida a Cristo. En Tegucigalpa se congrega en la iglesia Mi Viña y cada vez que está en Honduras asiste a los cultos hasta tres veces por semana. Incluso predica el evangelio y ayuda a los jóvenes dando su testimonio de superación. “Lo más importante de todo es que tenemos a Dios en nuestras vidas”, señala lleno de convicción.

QUIERE SER ENTRENADOR

No queríamos hablar tanto de fútbol, pues es su modo de vida, su rutina diaria, pero Milo es un apasionado.
¿Y qué piensas hacer tras tu retiro del fútbol? Le pregunto, pero le aclaro que no es “que te esté retirando”. Sonríe y responde. “Me estoy preparando para eso. Mi idea es retirarme a los 38 o 39 años, como Amado, Pavón, Iván, que ha sido como mi hermano mayor, todos los consejos que me ha dado y que me sigue dando, siempre hablamos. Para mí, es una persona especial, desde que me agarró en la Selección cuando tenía 19 años, lo admiro, siempre trato de copiarlo en lo positivo, con Jocón, Ninrod, Amado. Mi preparación siempre ha sido para ser técnico porque ha sido mi deseo”.

Sorprendidos con su confesión sobre su sueño de convertirse en entrenador, Emilio nos sigue contando sobre este secreto que tenían bien guardado. “Desde que debuté me gustaban muchos los trabajos del profesor Primi. Yo venía a la casa y los apuntaba. Tengo libros con todos los entrenadores”. ¿Pero dónde están esos apuntes? “Los tengo en una maleta guardados”.

“Cuando yo llegué a Celtic miraba buenos trabajos, a los seis meses le dije al asistente que quería tener los entrenamientos, y me regalaron todos los trabajos en una memoria, los tengo guardados de los ocho años en el Celtic. Lo que más me gustaron fueron los de Brendan Rodgers (su último técnico en Escocia)”.

Emilio dice que su objetivo al convertirse en entrenador es ayudar a los jóvenes, poder trasladarles todo lo que ha aprendido en su carrera como futbolista, contarles sobre ese profesionalismo que él aprendió a trabajar, sobre todo en Europa. “A mí, me gusta un estilo, ser ordenado, defender bien con el balón y tener a tres arriba muy rápido. Aunque eso depende del rival, algo que aprendí con Brendan Rodgers, que dependía del equipo contrario para saber cómo jugar, siempre decía que en el Celtic había 30 futbolistas de alto nivel y que estaban listos para jugar dependiendo de la necesidad”.

Foto: Diez

El zurdo... muy concentrado mientras platicaba con nuestro periodista.


Milo recuerda con agrado todo lo que le enseñó uno de sus primeros entrenadores en la Liga Nacional, Primi Maradiaga. “Una vez me preguntó cuáles eran mis virtudes y le dije que ‘el toque’ y me respondió: ‘Estás loco vos, lo tuyo es tirarla larga’. Siempre me molestaba. Nunca me olvidaré de todas las personas que me han ayudado”.

Por cierto, la mesa de futbolito ya no aguanta con tantos goles, la mayoría de Emilio Izaguirre, pero le lancé otro reto “que sea como en el barrio, el que meta el gol, gana”. Se ríe y entre tanta sonrisa le anoto el famoso gol del triunfo. “Sos un tramposo”, me dice y chocamos la mano, como en los viejos tiempos, aquellos en los que el zurdito de El Pedregal daba sus primeros pasos para luego convertirse en leyenda.

ZURDAZOS DE EMILIO...

¿VOLVERÍA A MOTAGUA?
Jugué muchos años, gané pocos torneos, el más importante fue el centroamericano de 2007, y tuve alegrías, también lloré mucho. Es por eso que me gustaría volver a Motagua, por agradecimiento. No sé lo que pueda pasar mañana, si un equipo de la MLS o de cualquier otra parte del mundo me hace una oferta, espero que se haga la voluntad de Dios.

VIENE DEL MUNDIAL…
“Es un tema del que no quiero hablar, es duro, yo quería estar ahí, quería estar en mi tercer mundial consecutivo”.

CANDIDATOS EN RUSIA
Hay muchas selecciones, ahí están Alemania, Brasil, Argentina, España, Inglaterra. Creo que Brasil es el más fuerte, me gusta, aunque también Messi a quien he enfrentado varias veces.

CAMISA DE MESSI Y DE CR7
Habíamos jugado como siete veces con el Barcelona y una vez en un amistoso en Irlanda. Me dijo mi esposa que le pidiera la camisa a Messi y me la firmó. Le dije y me respondió que no había problema. Yo con pena, porque antes le había pedido a Iniesta, Busquets…tengo varias camisas guardadas. Messi es un tipo humilde, es otro nivel jugando. Igual que Cristiano cuando jugamos una vez en Filadelfia. Es tranquilo.

SU DESEO MUNDIALISTA
Espero que gane Messi el Mundial. He competido contra ellos y no he sido seguidor de ninguna selección especial, pero Messi se lo merece. Es triste que no ha ganado un título con Argentina, ha ganado todo en el Barcelona, ha roto todos los récords, pero Dios sabe por qué no ha podido.