¿A quién retrataron mejor? Así lucen los jugadores hondureños en el FIFA 19
Tal parece que Chirinos ha tomado una actitud de buscar sobresalir en todos los aspectos de su vida. Apenas se sienta para iniciar la entrevista y sus primeras palabras son “muchas gracias por la entrevista, espero corresponderles como se debe”.
De perfil bajo y personalidad introvertida, a Michaell le cuesta relajarse para iniciar la conversación, pero apenas se le habla sobre como inició su aventura por tierras mexicanas y su semblante cambia. “Cuando mi representante me llamó me comentó sobre la oportunidad de Lobos, le dije que sí. Al día siguiente el profe Paco me habló y fue donde me llené de confianza y seguridad para venir”, recuerda.
A pesar de ser un joven de 23 años, ha recibido el cambio de manera fenomenal. Su adaptación se muestra al ser uno de los recurrentes en las alineaciones de su equipo, consolidándose como titular indiscutible.
“Lo tomo con mucha ilusión, vine a una de las mejores ligas y eso me motivó. Lobos me ha dado la oportunidad por primera vez, eso me indica que debo trabajar bien. Me siento muy motivado y fuerte para aportarle al equipo. Espero en dios que pueda seguir creciendo como futbolista y como ser humano”, acotó el ex ariete del Olimpia.
Ya aterrizado en la Angelópolis, sobrenombre con el que se le conoce a la ciudad de Puebla, el nacido en Tegucigalpa comenzó a sentir las diferencias entre el fútbol hondureño y el fútbol mexicano.
“Aquí es un fútbol más rápido, no hay mucha picardía como en Honduras. Es menos mañoso, y mañoso no de mala manera. Como te digo, perder menos tiempo en un saque de banda, a veces vienen caminando. Las faltas que los árbitros de aquí no perdonan. Son cositas que a uno lo llenan de ilusión para prepararse más, son mañas que a uno se le quitan y aprendés de buena manera”.
Chirinos se dice con un cambio de mentalidad, con el que se siente en una fase crecimiento constante y comienza a entender algunas de las deficiencias del fútbol catracho.
“He crecido en muchas cosas. No me arrepiento de haber estado en el fútbol de Honduras, pero hay muchas cosas que deberían de cambiar. Estoy aquí, me doy cuenta de cómo tratan al futbolista, las instalaciones y todo, eso ayuda a dar el extra”.
En su aventura por México, Michaell se encuentra compartiendo el vestidor con su compatriota Félix Crisanto. “Me habían comentado y después me enteré del fichaje, me llenó de alegría. Estuve conversando con él, me preguntaba muchas cosas. Aquí estamos los dos, ayudándonos”, menciona entre sonrisas.
Y así como Félix, el ofensivo “universitario” piensa que hay muchos otros compañeros que podrían jugar en la Liga MX, porque reconoce en ellos un buen nivel.
“Conocí tanto en la Selección como en el Olimpia y en los demás equipos de Honduras. Hay buena calidad, hay varios como Bryan Moya, que era mi amigo en Olimpia, o Deybi Flores. Por ejemplo, Kevin López de Motagua o Cristian Cálix de Marathón... Y así sucesivamente. Hay varios jugadores a los que deberían tomarles la importancia de ayudarles para crecer y que salgan al extranjero”.
Chirinos entiende también que salir del fútbol local no es nada sencillo, “Es complicado estar en el fútbol hondureño. Cuando a uno lo van a vender a veces piden mucho dinero. El no tener las instalaciones para mejorar en cosas como recibir un balón. Hay muchas cositas que como hondureño me gustaría cambiar”, expresó con una sinceridad característica en alguien que res reconocido por méritos propios.
Este tipo de cuestiones hacen que el jugador piense que el nivel del fútbol de su país se encuentre estancado.
“No ha crecido mucho. Han ido varios técnicos que han querido cambiar la situación, pero como te digo, hay instalaciones que en el fútbol no se pueden mostrar. Pero esperamos salir adelante, que los directivos crezcan, piensen y mejoren el fútbol hondureño”.
Por esta situación, Chirinos se siente como un representante de su país para cambiar la mentalidad.
“Tengo la responsabilidad de que estoy en una de las mejores ligas. También puedo ser un apoyo para mis compañeros que están en Honduras. Solo me queda trabajar para que mis compañeros me miren, crezcan y puedan venir a una de las mejores ligas. En el fútbol de Honduras hice muchas cosas buenas, cumplí cien partidos con Olimpia, que eso me llena de orgullo. Y cuando me toque defender la bandera de Honduras, contra cualquier Selección, lo tomaré con muchas ganas y siempre ponerla en alto como se debe”, enfatizó.
Michaell se pone menos tenso y tímido con el paso de los minutos. Recuerda que vive un momento muy especial, en donde se siente en el lugar y tiempo indicados.
“El clima me gusta, es muy fresco. La gente es muy tranquila, muy sencilla, muy cariñosa. La comida, bueno, los tacos los he probado, pero no mucho porque también debo de mantenerme. He podido ir a Cholula, a la Estrella de Puebla, que era muy alto y estaba muy nervioso porque me dan miedo las alturas. Andaba con mi hija, pero todo bien”.
Sobre la cultura mexicana, Chirinos ha podido vivir de cerca aspectos cliché del país tricolor.
“Casi no he podido salir porque estoy solo aquí. Pero he podido ver muchos programas en la televisión que veía en Honduras, como novelas o cosas chistosas, me gustan. Allá los ponían a veces, pero aquí es diario y me la paso riendo viendo programas nuevos”.
Lo dijo:
'Extraño la comida, la familia, que siempre está apoyando en mensajes. He podido regresar cuando Palencia nos dio unos cuantos días libres'.
'Yo creo que con Aldo (Cruz) y (Mauro) Lainez es con quienes mejor me llevo. Lainez me daba “ride” (jalón) para llevarme al entrenamiento'.
Datos:
Michaell Chirinos y los Lobos BUAP aún tienen siete partidos, y aunque son penúltimos de la tabla general, todavía cuentan con alguna oportunidad de liguilla, aunque su principal objetivo sea mantener la categoría.
Una anotación registra Chirinos en su primera temporada en la Liga MX, la cual consiguió en la derrota 4-2 contra Pumas por la jornada 9 el pasado 16 de septiembre, un día después de la independencia de Honduras.
