Elsa Oseguera y su mensaje luego de demandar a Romell Quioto
DIEZ tuvo acceso exclusivo al documento y al comunicado de prensa que presentó el abogado de la comunicadora ante la corte judicial.
La demanda fue presentada el pasado 13 de julio en el Tribunal del Distrito 125 del Condado de Harris en Houston, Texas.
Cronología de los hechos, según la demanda
Elsa y Romell se conocieron en Honduras en 2016 y se volvieron amigos en junio de 2017 cuando ella se mudó a California, empezó a responder los mensajes directos del jugador en las redes sociales y que lo hacía con la intención de incrementar la cantidad de seguidores del futbolista.
En febrero de 2018, Elsa realizó un video parodia junto al atacante aduciendo que estaba enamorada de él. Sin embargo, ella repitió muchas veces que se trataba de una broma y no debía tomarse en serio porque Quioto es casado.
Tiempo después de ese video, ambos empezaron a intercambiar imágenes íntimas. Elsa expresó que ella envió fotos solo por Instagram porque sabía que se borrarían después de 24 horas.
Entendiendo que Quioto tomaría capturas de pantalla, ella le pidió que las borrara y el delantero accedió.
El 7 de mayo de 2018, Elsa reconoció que le permitió al deportista visitarla en su apartamento, donde tuvieron intimidad. La periodista se dio cuenta más tarde que Quioto estaba grabando un video mientras ella estaba en su dormitorio descubierta de la parte superior de su cuerpo.
Ese mismo mes, Elsa escribió un blog acerca del altercado que tuvo el artillero en Houston, lo cual generó su enfado y la amenazó con divulgar sus imágenes en internet.
El 28 de mayo, Oseguera fue informada por el bloguero hondureño Mitor Capony que sus fotos íntimas habían sido publicadas en Twitter y en sitios pornográficos. A su vez Elsa supo que un amigo de Quioto, Luis Fajardo, estaba enviando todas las imágenes a los demás blogueros catrachos con la intención de distribuirlas a través del internet.
El 21 de junio de 2018, la comunicadora conoció que el video que Quito grabó de ella desnuda y sin su permiso había sido publicado en Twitter, Facebook, Instagram y en un sitio pornográfico.
Ante esta situación, la demandante expuso que se siente atemorizada debido a la enorme cantidad de mensajes vulgares que diariamente recibe donde la acusan de prostitución, lo que ha interferido con su carrera periodística, que es su fuente de ingreso.
