Legionarios

Danny Acosta, el muchacho del barrio Cabañas que volvió a nacer

El jugador del Real Salt Lake de la MLS confiesa cómo la ha vivido, las comidas que ha probado. ¿Atendería un llamado de la Selección de Honduras? Esto dijo.

2018-12-27

Su primera Navidad en ocho años en el barrio Cabañas que lo vio crecer, es definido como “algo lindo” para el Danny Acosta que se fue cuando era niño y volvió hombre.

Ser una de las jóvenes realidades del Real Salt Lake de la MLS no le ha hecho perder el piso, y recordar sus orígenes en esta época del año le deja en claro que “volvió a nacer el muchachito” que se desarrolló en Estados Unidos.

“Es lo mejor. No había pasado una Navidad con mis abuelos desde hace ocho años que me fui, pasarlo con la familia es algo lindo; uno dejó bastantes memorias aquí, así que sonreír con ellos y abrazarlos es bonito”, comienza diciendo desde la humilde casa de su abuelita Suyapa, o su “mami” como él le dice, el chico que aspira en grande y en una charla exclusiva le confesó a DIEZ que no le cierra la puerta a la posibilidad de representar a Honduras.

Foto: Diez

“Ya no soy el niño que era antes, pero la familia es lo mismo; mis amigos vinieron a la casa a pasarla bien y hablamos, fue lindo, me recordaron mi infancia y les alegra cómo me va”, cuenta el aguerrido zaguero zurdo que le arrebató el título de Concacaf a la Sub-20 del país que lo vio nacer en una tanda de penales que está entre sus momentos más embarazosos y emotivos a la vez.

Las tradiciones no le abandonaron en ningún momento, tanto así que para el 24, en la víspera de la Navidad, “me compré una metralleta de cuatro pies, a las 12 de la noche la prendí y por eso hay demasiado papel en la calle de mi casa”.

El contacto cercano con su núcleo familiar, seguramente el más contento con sus logros, “fue todo” para Danny. “Ver a mi abuela”, es para él, lo más bonito de este año. Cuenta que “hablé con mi papá antes de venir y le dije que quería que pasaran una Navidad como nunca como familia; no me lo creía, no es lo mismo pasar una Navidad allá, cuando vi a mi abuela llorar de alegría fue todo para mí”, expresa.

Foto: Diez

“Significa lo mejor que me ha pasado, lo estaba añorando desde que partió. Volvió a probar la comidita de la abuela, observé que es el mismo niño que salió de la casa, es él mismo para su familia y sus primos”, cuenta entre lágrimas doña Suyapa, recordando las travesuras de su nieto y a la vez pidiéndoles de antemano a él y a su padre que “no se me alejen tanto, que pronto los quiero volver a ver”.

Su reencuentro con las costumbres catrachas

Volvió a nacer el muchacho de Cabañas que jugaba pelota en sus calles”, añade a la charla con orgullo el seleccionado estadounidense, que se toma con calma su presente, pues “todavía estoy joven y aprendiendo”.

Consultado sobre los platillos que ha tenido el gusto de volver a probar, afirma que no se ha guardado nada: “Obviamente no puedo comer lo de antes, pero he comido pollo chuco y los asados, lo primero solo una vez... mucha baleada y yuca con chicharrón”; eso sí, no todo es el placer, ya que “voy al gimnasio temprano y a las 6:00 de la mañana salgo a correr”.

Diferencia las fiestas navideñas de la nación que lo adoptó. “Allá donde vivo la Navidad no la celebramos el 24 sino el 25, allá neva y no puede andar tirando cohetes uno porque es prohibido”, comenta entre risas.

No fue raro retomar sus tradiciones porque “desde que era chiquito siempre ha sido así, estoy acostumbrado a una vida diferente, pero mi papá me dijo ‘conectate’; al venir, el niño que está en mí salió, y espero venir cada fin de año”.

Episodio familiar

Venir de nueva cuenta a su tierra “es emocional” para el jugador de la MLS. Recuerda al hombre que le mostró el camino en el “deporte rey”: su tío Sergio Acosta.

“Cuando nací mi papá no estuvo conmigo, y él me enseñó a andar en bicicleta, era como un papá; cuando falleció fue como que me quitaran el corazón. Todos los días pienso en él, a mí me habría gustado darle un abrazo. Siempre estará conmigo. Murió el 2 de agosto de 2004 y cada cosa linda que me pasa es ese día: me dieron la visa y metí el primer gol con la Selección en esa fecha”, reveló.

Foto: Diez

Su padre es otro que tiene palabras bonitas para su hermano: “Recuerdo a mi hermano Sergio, daría lo que fuera por tenerle y darle un abrazo, él se disfrazaba de payaso en las calles de Cabañas y ponía a los niños a jugar, le daba los pases a Danny y lo ponía a jugar, fue una parte importante para motivarlo dentro del fútbol, todo esto se debe a él”.

Olimpia, Real España y Selección de Honduras

Una de las muchas cosas que el Danny más norteamericano jamás perdió fue su pasión por el Olimpia. “Crecí viéndolo”, dice con el pecho inflado, aunque sentado a su lado, y sin dejar que suelte su intención de militar algún día en el León, su padre le replica con una contundente “va a jugar en el España primero”.

Danny no deja escapar de la conversación que una vez su progenitor “me regaló la camisa de Real España y no la usé nunca; hicimos una apuesta en 2011, en una final Real España-Olimpia -ganaron los albos con global de 3-0- yo le dije que había que apostar algo... era ponerse la camisa del ganador y todavía no cumplió la apuesta”, remarca entre carcajadas.

Foto: Diez

El tema ineludible que en algún momento del diálogo le tocaría contestar se hizo presente: ¿Atendería el llamado de la H?.

Depende porque yo estoy en el radar de Estados Unidos y ese país me ha dado todas las oportunidades, si ellos me llaman y juego un partido oficial me quedó con ellos, si nada funciona y Honduras me da el chance quizás juegue con Honduras, pero la prioridad la tiene Estados Unidos”.

Danilo papá prefiere dejar un poco más abierta la opción: “No queremos poner a Honduras en un segundo plano, pero si ha estado en el proceso de Estados Unidos y es llamado para las olimpiadas tiene que asistir, es en donde ha crecido, el país nos ha abierto las puertas”.

Foto: Diez

En la sarta de confesiones que don Danny expone aparece que “lamentablemente nunca ha habido un acercamiento de parte de la Federación o el técnico de Honduras, te lo digo desde el corazón, nunca hubo un técnico que hablara conmigo. Honduras llegó a un Preolímpico en Salt Lake City (2008), me lo presentaron, pero se dio la vuelta y mucho gusto, pero jamás nos han llamado”, sentenció.

Gregg Berhalter es el nuevo seleccionador de la escuadra de “las barras y las estrellas”, a lo que Acosta hijo anticipa que “me tocó jugar contra él con Real Salt Lake, él es técnico del primer equipo y yo ahora estoy en la Sub-23, si se da la oportunidad será diferente, porque la primera vez hubo nervios”, recuerda sobre el día en que lo convocó al combinado mayor el interino Dave Sarachan, aunque no le dio minutos dejándole ese pequeño espacio de maniobra a la Fenafuth.

Pero ese es otro asunto, pues sus prioridades son claras, y ante el olvido de los federativos nacionales, se ve jugando las próximas olimpiadas con los gringos: “Fui a un Mundial (Sub-20) con Estados Unidos, es algo lindo que no muchos chicos han jugado; en los preolímpicos yo miraba a Honduras y estar en eso sería lindo”.

Foto: Diez

Concluyendo, Danny Acosta indica que “soy hondureño, nunca lo voy a negar, pero en lo futbolístico, si Estados Unidos me da el chance, lo voy a tomar”.