Legionarios

Jonathan Rubio: 'Me han criticado mucho por ser cristiano y me dicen que soy gay'

El joven futbolista hondureño del Gil Vicente de Portugal se confiesa ampliamente con DIEZ

2016-06-10

Con apenas 14 años se marchó a España para buscar un mejor futuro y apuntalar su formación futbolístico. Con 19 primaveras vividas y un talento al servicio del fútbol de Honduras, el volante Jonathan Rubio vive el día a día en Portugal dedicando su tiempo a sus dos grandes pasiones; Dios y el fútbol.

Si bien sus padres y sus hermanos se encuentran persiguiendo un sueño en suelo ibérico, en donde viven desde hace algún tiempo, Jonathan apartó sus vacaciones para cumplir con dos misiones que tenía dos años aguardando: ver a sus abuelos y amigos, además de llevar a cabo una misión que en el país luso desempeña incansablemente todos los días, evangelizar y cambiar vidas.

Admite que le gustaría jugar en Real España, equipo al que apoya desde niño.

'Estoy muy feliz, contento y agradecido con Dios por darme la oportunidad de estar con mi familia y amigos. Es increíble como pasa el tiempo, volver a mis abuelos, tíos, amigos y a la gente de la iglesia; eso no tiene precio, son cosas que a uno lo llenan de energía', comienza esbozando el futbolista hondureño.

Rubio comenta que en Honduras se ha reencontrado con aspectos de su vida que añoraba: 'Fui a la iglesia, estuve compartiendo ahí, salí con unos amigos y he ido al gimnasio; he aprovechado para comer comida catracha, baleadas y pollo con tajadas', relata con una sonrisa propia de quien se reencuentra con lo suyo.

En relación a su principal pasión, la cual va más allá del balón y es íntimamente cerca a Dios, el mediocampista de 19 años cuenta que 'estamos planificando tener una campaña evangelista el 24 (de junio), estaremos sirviéndole al Señor; esta será en la iglesia Cristo Vive; estaremos predicando y esperamos que varios jóvenes nos acompañen, será por las próximas dos semanas y para que los que no conozcan a Dios puedan seguir el camino a la vida', reza con orgullo.

Consultado en torno al inicio de esa relación tan estrecha con la religión, Rubio Toro menciona que 'desde que nací, mis padres son cristianos y desde pequeño asisto a la iglesia'.

Ya enfocado a la manera en que encauza ese servicio religioso en suelo europeo, explica que 'en Portugal estamos sirviendo al Señor, luchando, porque aunque allá sea mejor económicamente en la parte espiritual es peor porque lo tienen todo y no saben que después de la muerte solo hay dos caminos, el cielo y el infierno. Les hablo de un Jesús que ama y restaura vidas', indica.

Foto: Diez

Sin dejar de lado el mismo tópico, el joven sampedrano confiesa algo que ha tenido que combatir en la tierra de Eusebio, Figo y Cristiano Ronaldo: 'Ha sido difícil, me han criticado mucho por ser cristiano y creer, muchos compañeros dicen que Dios no existe; el servir y guardarse para el matrimonio ellos lo ven como tontería, de hecho me molestan y me dicen que soy gay. La gente allá está más dura, quizás porque lo tienen todo y no hay necesidades, pero he sabido llevarlo y pidiéndole a Dios que me de fuerzas porque no es fácil la verdad'.

UNA LUCHA QUE YA ESTÁ DANDO DIVIDENDOS
Pero a pesar de lo complejo que ha resultado establecer un nexo entre Dios y sus compañeros de club, a Jonathan Rubio le enorgullece saber que ya hay personas que han dejado el escepticismo a un lado y han dado rienda suelta a la fe.

'Gracias a Dios ha habido frutos, tres compañeros han aceptado a Dios; un coreano que vive conmigo y dos portugueses, además de otros amigos y dos amigas que no son del equipo, esas cosas son las que a uno lo mantienen firme', expresa con enorme satisfacción y consciente que la batalla apenas comienza.

Rubio considera que 'la biblia es el manual de vida, si no la leemos no sabemos lo que tenemos que hacer; con ella sabemos lo que es bueno y malo, para tener una vida recta y con integridad', expone el joven futbolista en cuestión de la importancia de conocer las normas de Dios.

Foto: Diez

Concluyendo, este confeso hincha de Real España, club en el que afirma que disfrutaría jugar algún día, reconoce que aparte de reencontrarse con los seres queridos que dejó acá hace varios años también retornó con la encomienda de 'evangelizar y servir a Dios en todo momento'.

Por ahora, la labor marcha por buena senda y en Honduras ya se conoce algo más de la historia de Jonathan Rubio.