El silbante Héctor Medrano quien actuaba como cuarto árbitro en el encuentro entre San Juan y Real Juventud, recibió un botellazo de vidrio en su cabeza cuando un “salvaje” aficionado del equipo patepluma, lo lanzó desde las graderías y dejó herido de gravedad al silbante.
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La Comisión de Disciplina no perdonó, como ya tenía antecedentes del equipo patepluma, le aplicó duras sanciones al equipo que suman 50 mil lempiras divididas así: 20 mil lempiras por el lanzamiento de la botella; se le castiga jugar a puerta cerrada el próximo partido, pago de gastos médicos al árbitro de 14 mil lempiras, pago de gastos al comisario de 8 mil lempiras.
El árbitro Medrano se desmayó al momento de recibir el botellazo en la cabeza y fue trasladado de emergencia a San Pedro Sula; pues el impacto del proyectil le impactó cuando había terminado el partido donde Real Juventud había perdido contra el San Juan en el ascenso.
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Además, al San Juan de Quimistán, se le aplicó una multa de 10 mil lempiras y advertencia sobre la seguridad en su estadio para el próximo partido aunque el club no tuvo nada que ver en el incidente ya que el aficionado fue plenamente identificado de la barra del Real Juventud según recoge el comisario.
En la Liga de Ascenso este tipo de prácticas de algunos equipos se ha vuelto costumbre. Hace dos torneos, en la cancha del Lepaera FC, el presidente del equipo local, Edgar Murillo, ingresó al camerino del árbitro y lo agredió, dicha información fue insertada en el acta.
