El extremo derecho del conjunto yoreño, que considera un “reto” buscar el ansiado ascenso por más de 45 años, se declara un amante del campo, en donde ha crecido junto a un balón de fútbol poniendo en práctica las técnicas enseñadas por su progenitor, don Luis Amador.
LEE ADEMÁS: EL PELUQUERO DEL ATLÉTICO INDEPENDIENTE DE SIGUATEPEQUE
“Es un reto que nos hemos propuesto y por el que luchamos día a día de la mejor manera”, refiere Olvin con relación a la búsqueda del objetivo primordial del plantel que integra, meterse a la octagonal y posteriormente creer en la posibilidad de llegar a primera división.
Olvin, de blanco, en acción del duelo del pasado domingo entre el Yoro FC y el Atlético Limeño.
Sin quitar el dedo del renglón e ilustrándonos al respecto, el 7 del conjunto verdiblanco dice que “le ayudo a un primo a ordeñar vacas, me levanto a las cinco de la mañana, a todo le hago. Aprendí el oficio de mi papá, competía con un primo ordeñando, pero él siempre me ganaba”, reza entre risas.
ADEMÁS: BOCA JÚNIOR, UN CLUB LIDERADO POR DOS BODEGUEROS EN TOCOA
Al ser consultado sobre la dificultad que conlleva el ejercicio de ambas pasiones a la vez, el futbolista se sincera: “Son algo pesado las dos cosas; el fútbol es durísimo durante la pretemporada, pero el campo (su trabajo) es de todos los días”.
Olvin ordeñando una vaca en su pueblo natal.
SE CASÓ: MANUEL DOÑO Y SUS FOTOS ROMÁNTICAS CON SU ESPOSA MELISSA
“Toda mi familia me apoya, de hecho vienen a los partidos a verme. Somos seis hermanos; cuatro mujeres y dos varones”, agrega para ponernos en contexto del incesante respaldo que su núcleo de seres amados le brinda.
LOS ESTUDIOS, SU ASUNTO PENDIENTE
Pero no solo los estadios de fútbol y el ganado resaltan entre la vida de Olvin Amador, ya que según nos deja entrever su próxima misión es concluir sus estudios. “Me falta un año para graduarme de computación, pero me salí por estar jugando con el Yoro; veré si lo saco a distancia, fines de semana o por la noche”, adelanta con optimismo.