No pudo quedarse con los albos por una lesión, pero encontró oportunidad en el Marathón, donde estuvo un torneo sin jugar. Las lesiones lo persiguieron hasta que salió de los verdes.
Sin oportunidad como futbolista, Orlindo trabajó como empleado en restaurante de baleada, propiedad del presidente de Marathón, Orinson Amaya. Nunca se rindió y para este torneo ha aparecido nuevamente, pero con el Villanueva FC de la Liga de Ascenso. 'Ahora he vuelto al fútbol de la mano del entrenador que confía en mí'.
Ayoví jugó los 90 minutos en el juego que Villanueva perdió 1-0 ante Atlético Limeño, en el tercera jornada del grupo C. 'Estoy bien gracias a Dios, un poco molesto por el resultado que obtuvimos, pudimos ganar el partido. Hemos tenido dos derrotas, pero convencido que podemos sacar esto adelante', comienza diciendo.
El delantero comparte la opinión de los que piensa que la Liga de Ascenso es muy peleada y más bajo los 36 grados con los que jugaron en el Milton Flores de La Lima. 'Es un clima jodido, muy duro. No merecíamos perder'.
En su viaje a Honduras, Ayoví no pensaba terminar en la segunda división. 'Nunca, las lesiones me jugaron en contra, estoy agradecido con el entrenador (Roberto Carlos Padilla) por la oportunidad que me da, con los compañeros que me han acogido muy bien, pero nunca la idea de un futbolista es jugar en el Ascenso', reconoce.
Después de prácticamente no jugar los dos años que ha estado en Honduras, considera que finalmente está encontrando su nivel. 'Ahora creo que estoy agarrando mi ritmo de juego, eso me tiene contento. Gracias a Dios estoy recuperado'.
REVANCHA
Recuerda los episodios que lo dejó fuera del Olimpia y Marathón. 'Yo tuve una lesión de tibia y peroné, venía con un clavo, pero quedé normal gracias a Dios. En Marathón tuve una lesión muscular, ahí pasaron millones de cosas', dice.
Estas experiencias en Honduras le ha obsequiado varias lesiones. 'Me ha dejado muchísimo que aprender, a veces la vida no es que te pinta, pero Dios sabe porque hace las cosas y lo más importante es seguir'.
Orlindo, ahora de 31 años, explica la razón por la que se ha quedado en nuestro país, 'Tengo una revancha conmigo mismo, es un país que me ha acogido muy bien y estoy agradecido con el pueblo hondureño. Es la principal razón', confesó.
Aclaró que de ninguna manera es que ha sido abandonado, 'nadie me ha engañado, estoy convencido de lo que tengo que hacer y seguir luchando. Cada quien confia en sus condiciones, a veces las cosas salen bien, en otras mal. Sé lo que soy', finalizó.
