Liga Nacional

Roby Norales: 'En Motagua agarré la calle, terminaba los partidos y me iba a las discos'

El goleador de Platense cuenta todo el camino que le ha tocado vivir hasta llegar a la Selección de Honduras

2016-11-01

A Roby Norales la vida y el fútbol le dieron una segunda oportunidad. El delantero tuvo su posibilidad en Motagua, pero no la aprovechó; sin embargo, el Platense ha creído en él y han despertado a un verdadero goleador. El de Balfate, Colón, no la ha tenido fácil en su vida, pero ha sabido sortear cada obstáculo.

Roby, estabas desechado, nadie daba nada por vos, hoy estás teniendo un torneo de ensueño. ¿A qué se ha debido?
Al esfuerzo y a la bendición que he recibido de Dios, el comienzo de este proyecto se hizo de una manera seria, el profesor Clavasquín ha hecho una buena escogencia de jugadores, a pesar de que dejaron a varios futbolistas fuera, eso no afectó. Desde un principio se pusieron las cosas claras, se habló de las exigencias de cada jugador, desde el primer día de pretemporada sabía que para hacer un buen torneo debía ser muy agresivo en todo y eso es lo que he hecho, he trabajado muy fuerte.


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¿Sabías que en el grupo de jugadores que la directiva había decidido cortar, estabas vos?
Sí, yo me doy cuenta por una llamada que me hace un amigo, me dijo que había quedado fuera del equipo, él había leído un periódico y ahí estaba mi nombre entre los cortados, recuerdo que yo era el segundo de una larga lista de jugadores separados. Lo que me valió fue que no me llamaron para decirme que estaba fuera del equipo, y tuve el valor de presentarme a la pretemporada.

¿Con qué cara, con qué actitud llegaste a presentarte a los trabajos del equipo cuando ya estabas cortado?
Llegué todo deprimido, mi nombre estaba entre todos los cortados, sabía que estaba fuera de la institución, recuerdo que lo primero que hice fue platicar con el profesor Clavasquín, él me aseguró que la junta directiva había tomado la decisión de separarme de club por alguna razón. No me cayó muy bien esa noticia, le manifesté que tenía seis meses de contrato, él no sabía y me dijo que eso lo iba a respetar.

¿Entonces fue la buena bondad de Clavasquín que te ha salvado tu carrera?
Sí. La confianza que me dio el profesor ha sido fundamental, platicó conmigo y entendí lo que él siempre ha querido de mí; lo que me salvó fue que el profesor ya me conocía cuando estuve en Motagua, siempre supo de mis condiciones y ese fue un factor para que me quedara en el equipo.

Foto: Diez

Normalmente cuando los jugadores salen de clubes grandes, como tu caso en el Motagua, la carrera se viene abajo, pero pasó lo contrario con vos.
Recuerdo mi salida del Motagua, ese día el entrenador Diego Vázquez se reunió conmigo y me dijo que iba a reforzar la delantera con jugadores extranjeros, fue cuando un tal Chori Sosa vino, cuando lo veía jugar me molestaba, nada que ver, sabía que yo daba más en el terreno de juego, no vi ninguna diferencia en él, al contrario, era común y corriente.


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¿Sentís odio por Diego Vázquez?
No lo puedo odiar, es un buen técnico de fútbol, fue una decisión que él tomó; además, los entrenadores siempre llevan a sus jugadores, simplemente no entré en los planes, soy un profesional del fútbol y respeté la decisión tomada. Mi vida actual es Platense.

Pero algo tienes que sentir en su contra.
Tal vez pueda sentir algo muy adentro por lo de correrme del equipo, pero mi corazón no tiene espacio para odiar a alguien, nunca lo he hecho y no va a ser un técnico de fútbol, pero sí estuve bastante molesto por la forma en que me tocó salir del Motagua; aunque nunca es tarde en la vida, le pedí dirección y fortaleza a Dios y hoy estoy viviendo un momento envidiable, estoy jugando para un gran equipo y bajo el mando de un gran entrenador, la vida un día te entristece y otro te da felicidad.

El otro día les anotaste un gol y lo celebraste con todo. ¿Fue un poco de venganza?
No. Tampoco quise burlarme de ellos, solo que siempre los he querido golear, eso lo sabían mis compañeros, lo que pasa es que he mantenido el mismo rendimiento desde que comenzó el campeonato, estoy muy metido, no me relajo para nada, tengo que seguir demostrando que tengo la capacidad para hacer las cosas bien. Anoto, doy asistencias y soy un obrero más en la cancha. Soy de los jugadores que celebran los goles que anota. Eso fue lo que hice.

¿Por qué tanto tiempo de espera para ser un jugador muy productivo como lo sos ahora?
Tardé bastante en este aspecto. Cuando llegué a Tegucigalpa me dediqué a otras cosas, pasaba mucho en los centros comerciales de la ciudad, no descansaba, era de esos jugadores que creían que el mundo les pertenecía. Solo salía de un entrenamiento o un partido oficial y me iba a cualquier lugar, no pensé en consolidarme en el equipo, aunque cuando Pepe Treviño era el técnico jugué mucho.

Foto: Diez

¿Te consumió el ambiente de la capital?
No es fácil adaptarse a Tegucigalpa, tienes que llegar con la mentalidad de trabajar y dejar la calle a un costado. Tienes que ser muy ordenado en tu vida.

¿Qué tanto hacías en Tegucigalpa para no poder triunfar?
Agarré la calle, salía mucho y descansaba poco. Solo terminaban los partidos y me iba a la discoteca, eso de llegar en la madrugada a la casa y al día siguiente era normal y eso me pasó factura.

¿Tenías fe de que serías tomado en cuenta en la Selección?
Sí, tengo la confianza, la capacidad, esto es cuestión de trabajo, estoy laborando al cien por ciento y ahora tengo la oportunidad de estar en una convocatoria.

¿En las eliminatorias tendrás cupo en la Bicolor?
Va a ser una batalla muy dura, recién le hice ese comentario a mi esposa. Lozano, Elis y Quioto son jugadores fijos en la Selección, pero hay un cupo que lo está peleando Vega, Diego Reyes, Rony Martínez y Roby Norales, el profesor Pinto no me ha tenido en la Bicolor, pero sabe que el Platense tiene un goleador y un delantero hambriento de gloria.


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Te siento muy ilusionado.
Siento que estoy haciendo las cosas bien y que me puede convocar en la eliminatoria, para eso trabajamos todos los jugadores de los equipos, para tener una oportunidad en la Selección. Hoy estamos mejor que varios clubes y paso por un gran momento, estoy anotando goles. He madurado bastante, tengo un buen rendimiento, los consejos que he recibido me han servido para mejorar y soñar, trabajo para eso.

'Me he propuesto anotar 15 goles, eso es lo que tengo en mi mente, pero sería bueno anotar más de esa cantidad, estoy trabajando muy duro para llegar a la meta indicada y ver si la supero'

¿Crees que esto apenas es un comienzo prometedor para vos?
Sí, pero tengo que aferrarme al trabajo, llegaré más lejos, eso es lo que veo para mí, pero la clave será la humildad y el trabajo, mi objetivo es seguir creciendo como futbolista y no dejar el trabajo a un lado, solo de esa manera veré grandes frutos.

La vez que se dijo que tenías una oferta de la MLS, ¿qué pasó que no te fuiste?
Nunca me dijeron nada, no recibí ninguna llamada, pero cuando uno trabaja para crecer y con honestidad, y hacer las cosas bien, la oportunidad va a llegar. En lo personal no tengo ofertas de nadie, estoy enfrascado en Platense, sería un mentiroso si te digo que he tenido alguna oferta.

Creciste en un hogar en donde tu padre era alcohólico. ¿como fue esa situación?
El crecimiento que yo tuve fue muy feo y doloroso, nunca me agradó ver a mi padre en estado de embriaguez, mi papá cuando estaba normal todo era perfecto, había tranquilidad, se podía vivir en armonía, era un hombre que le gustaba platicar con sus hijos, el problema era cuando empezaba a beber, todo era discusión, peleas con mi madre, no podía concentrarme ni en mis estudios, respeto mucho a mi padre, pero no era agradable lo que hacía cuando se emborrachaba.

Foto: Diez

¿Agarraba “pata” cuando bebía?
Él trabajaba en barcos pesqueros, entonces cuando bajaba a tierra se excusaba que había estado ocho meses en el mar, por lo tanto debía beberse su dinero porque nadie se lo había regalado, era triste, muy triste escuchar a mi papá decir que iba a beber hasta que se le terminara la plata, la única que lo podía manejar cuando andaba bolo era mi hermana Juana Isabel. Después nadie más, ella lo controlaba.

La última vez que tu padre intentó cometer un acto de violencia vos te metiste, hasta la policía apareció.
Es verdad, la policía tuvo que llegar, eso fue en 2008, estábamos en La Ceiba, mi hermana estaba a punto de dar a luz, yo venía de trabajar en estructuras metálicas. Fue al mediodía, era la hora del almuerzo, en eso llegó mi papá, mi hermana le tenía algo y él se lo pidió. Estaba bolo y ella le contestó que cuando se le bajara todo se lo iba a entregar, quiso empujarla y mi madre se metió a defender a su hija en estado de embarazo, se armó el relajo y fue cuando me metí, ya no podía permitir más violencia, fue un día muy horrible, no fue agradable para mi discutir con mi padre. La policía se lo llevó.

Foto: Diez

¿Crees que Platense le puede competir al Olimpia y al Real España por el campeonato?
Sí. Todo está muy claro en el equipo, estamos muy metidos, el apoyo por parte de la afición y la dirigencia es inmenso. Todos nos hemos involucrado, en estos momentos estamos en el lugar que siempre pensábamos, desde que comenzamos a trabajar nuestro objetivo eran los primeros lugares. Clasificar de primero o segundo no será fácil, pero cada semana que pasa el equipo juega mejor, estamos para cosas grandes, nuestra mentalidad es llegar a la final y luego ganarla.

¿Se puede anotar 15 goles estando en un equipo como el platense, sabías que ya días no sacan a un goleador?
Claro que lo puedo hacer posible, estamos trabajando muy bien, estoy muy comprometido con el equipo, lo bueno es que este grupo siempre está creando jugadas de gol en todos los partidos, cada fin de semana que pasa es una jornada menos, pero estoy tras ese objetivo.

¿Te ha caído bien en Platense, sentís que te ha recuperado futbolísticamente?
Sí. Es lo mejor que me está pasando, tiene una afición que me respeta y es muy amable con todos, apoya mucho al equipo, hay una buena conexión. En cada partido que hemos jugado de local el estadio siempre está lleno, la motivación es inmensa, tenía varios años de no ser parte de un ambiente como el que se vive en Puerto Cortés.