Con esa carta de presentación llegan a las semifinales del Apertura el aurinegro Mauro Reyes y el selacio Reynaldo Clavasquín.
El estadio Morazán, el mejor aliado del Real España
Si bien solo cuentan con dos antecedentes entre sí, que corresponden a las vueltas regulares del campeonato actual y concluyeron con triunfo de 1-0 en sus respectivos feudos, Clavasquín y Reyes piensan en grande y ya tienen enfilados sus cañones para la Gran Final; eso sí, antes deberán dirimir el ansiado pase con dos batallas que prometen ser memorables.
Sus cuatro experiencias previas en liguillas hacen de Mauro un entrenador más experimentado. El santabarbarense cuenta con un subcampeonato a cuestas y encara su tercera semifinal liguera; por su parte, el exzaguero de la Selección de Honduras disputará su segunda llave de semis, seis años después de haber sucumbido de manera escandalosa con Motagua ante su acérrimo rival Olimpia.
Pero de esa mala vivencia de Clavas en semifinales de Liga ya han pasado varios años, por lo que en esta nueva edición del Real España-Platense en liguillas las posibilidades están iguales y, más aún, con una ligera ventaja de reglamento y localía que podrían devolver a las finales a su amado Tiburón.
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Por último, resulta digno destacar la lucha que sostuvieron a lo largo del torneo regular los dos estrategas, quienes se rotaron el segundo escalón del certamen sin darse tregua e, incluso, llegaron a ser una seria amenaza para el superlíder capitalino, que en la otra vereda intentará calmar el ímpetu motagüense.