Liga Nacional

Esposa de Arnold Peralta: 'Esto es algo difícil, me siento sola'

Arnold Peralta cumple hoy un año de haber sido asesinado. Su esposa Vanessa Oliva recuerda con mucho dolor al padre de su hija.

2016-12-10

Detrás de los lentes oscuros de Vanessa Oliva se ocultan unos ojos que han derramado muchas lágrimas.

Asegura que ha llorando a Arnold Peralta, cuyo asesinato cumple hoy 365 días. Un año, pero los recuerdos no se han apartado ni un minuto.

La pequeña Camila Fabiana será un recuerdo permanente del corajudo contención. Se parece mucho a su padre. “Todos los días lo recuerdo con la cara de mi hija”, reconoce Vanessa.

A un año de la partida del exolimpista, las penas todavía no abandonan.

¿Es cierto que el tiempo sana las heridas?
No, no sana las heridas porque parece que fue ayer lo que pasó. Arnold sigue presente en nuestras vidas.

¿Lo recuerda a diario?
Todos los días. Con la cara de mi hija (se parece mucho), desde que ella se levanta sigo recordándolo.

¿A su hija que le cuenta de su padre?
Ya días se levantó y me dice -¿y papi?- No encontraba que contestarle, me puse a reír y la abracé, pero cada vez que se lo puedo mencionar siempre le digo -mire a su papá-. A medida que crezca, le voy ir diciendo de lo que compartimos y lo especial que fue con nosotros.

¿La sorprendió la pregunta de su bebé?
Es una niña de un año. Se levantó de la cama y me preguntó. No hallaba que responder, es algo muy difícil ver crecer a mi hija sin su padre. No me he preparado para decirle a ella donde está su papá.

Foto: Diez

Madre e hija estuvieron en la tumba del malogrado Arnold Peralta.

¿Qué mantienen esos recuerdos?
Las fotos, tengo muchas camisas de él. Cada vez que me levanto y miro algo me lo recuerda. Es difícil olvidar. Cuando miro un partido de fútbol me parece que lo veo a él. No he ido a un estadio todavía, no me he atrevido.

¿Cada cuánto visita su tumba?
Le voy a ser sincera, no me vengo muy seguido. Los días que le toca por mes. Hay veces, cuando me siento sola, no le digo nadie y me vengo a sentar un ratito con él. No me gusta recordarlo aquí.

¿No le agrada?
No me agrada porque quién iba a imaginar que yo iba a venir en diciembre a un cementerio a verlo a él. Mejor evito venir, no lo quiero recordar así. Vengo la niña y cuando me siento sola que ya no puedo más y me ayuda.

¿Después de un año hay solo recuerdos o también lágrimas?
Lágrimas ya me secaron creo yo, pero si hay momentos que cuando veo a mi hija... Tanto que la deseó y no compartirá con ella.

¿En qué parte de su vida le hace más falta Arnold?
La compañía. No nos separábamos. A pesar de las diferencias que teníamos. Arnold siempre estaba pendiente de mí. Cada mañana estaban los mensajes preguntando cómo estaba. Es algo difícil, me siento sola. Todo el tiempo estábamos juntos.

De los momentos que vivió con Arnold, ¿cuáles son los que atesora?
Lo del Mundial. Cuando él se vino por la lesión. No olvido ese momento del primer partido que Arnold se acostó en mi hombro y lloró por no estar ahí. Son los instantes que estuvimos muy unidos.

¿En este año cuál ha sido el momento más duro?
Es que todo el año ha sido muy difícil para mí. En el momento que estaba con el primer cumpleaños de Camila se me vinieron las lágrimas porque yo estaba ahí con ella, sin su papá. Trato de andar de lo más feliz, pero solo yo sé como estoy por dentro. Sé que el próximo año tampoco será mejor, pero iré asimilándolo.

Foto: Diez

Vanessa y los bonitos recuerdos que le dejó el futbolista Arnold Peralta.

¿A qué se ha aferrado?
A mi hija. Ella me ha dado la fuerza necesaria para salir adelante. Digo que Dios tiene un propósito y cuando miro la sonrisa de la niña digo-tengo que salir adelante por ella, tiene que estar bien- Es mi mayor fortaleza.

¿Cómo quiere que Camila recuerde a su padre?
Como el Pitbull. Que le brindó mucho amor a su mamá y lo recuerdo con la alegría. Así que como él fue. Que dio alegrías no solo a nosotros sino a todos los hondureños. Hay que recordarle que su papá jugo en la Selección y el Vida. Tengo una maletita con todos los recuerdos para cuando ella esté grande enseñarle cada triunfo de su papá.

¿Usted cómo lo recordará?
Así, como un triunfador que me hizo feliz por mucho tiempo. Que en circunstancias difíciles estuvo conmigo y para todo la vida será el Pitbull, como le decían. Con el 12 en la espalda, así lo voy a recordar siempre. Sé que tengo un ángel en el cielo.