Peralta estuvo en el 11 inicial de aquel Olimpia que levantó la copa número 29, luego de vencer en la serie de ida y vuelta a Motagua, en la final del Torneo Clausura 2015.
Tras esa conquista la felicidad se apoderó tanto del catracho, quién festejó a lo grande con sus compañeros en el Nacional.
De momento solo quedan recuerdos de aquel gladiador oriundo de La Ceiba, que cargaba la 23 en su espalda. Su familia lo recuerda como un líder que lo daba todo por el fútbol.
'Arnold fue un muchacho que se dio a querer. Desde niño era líder, los demás iban a buscarle para jugar pelota. Lo miraba jugar en las potras que armaban en casa. Tenía un espíritu tremendo', dijo su madre Celina Sosa.
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