En el momento justo, los comejamos se acordaron de ganar. Era el partido para tomar vida nuevamente. Para resistirse al descenso. La batalla que al ganarla podía soñar con extender su sueño en la Liga Nacional.
Le ganaron al que debían. Que dramáticas esas jornadas que se vienen. Apenas dos puntos separan a los de Olanchito de los venados rojos.
El estadio San Jorge no había disfrutado de una victoria en los que va del torneo. Esta noche abrió la ruta Néstor Martínez. A los 10 minutos el conjunto local había tomado ventaja.
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La alegría les duró poco. A los 23 minutos, el balón se estrelló en la mano de Bryan Castro y el árbitro Héctor Rodríguez señaló el penal.
El encargado de hacer justicia fue el delantero Marlon “Machuca” Ramírez. El duelo en la primera mitad fue parejo, con alguna ligera inclinación en ocasiones de gol para los comejamos.
APAGÓN
En la segunda mitad, los rojos salieron con el ánimo de no pasar otro susto, pero el fútbol es caprichoso.
A los 47 minutos, Michel Antúnez, que recién había ingresado al terreno de juego, se internó en el área de los rojos y fue derribado por Marcelo Santos. El réferi Rodríguez, sin dudarlo, señaló penal.
La acción provocó el reclamo unánime infructuoso de los jugadores ceibeños. A los 49, el portero de Sol, Francisco Reyes ajustició con un zurdazo a similar Ricardo Canales.
Explotó el estadio San Jorge. Celebraron los olanchitos.
El Vida se encimó. Intentó recuperar el partido, pero el local se defendió con uñas, dientes y apaganones, pues en el agregado, inexplicablemente la energía eléctrica se fue del estadio. Así el Social Sol tomó aire y el descenso se pone al rojo vivo.
