¡Cuidado! El 11 con el que Motagua espera dar un golpe de autoridad a Olimpia
Desde que tomó la dirección técnica del Ciclón, solo en su primera oportunidad no clasificó a una instancia de estas, y ya estando en las semifinales, solamente una vez ha sido eliminado y fue ante Olimpia.
¿Llegan en desventaja por este parón que tuvieron?
No, para nada, hemos hecho amistosos. Estamos en la semifinal y eso es relativo. Depende del resultado, podés decir si llegas sin ritmo o que tenés ventaja. Eso es muy difícil de medir. Si me das a elegir, ya quiero pasar directo a las semifinales y con una ventaja deportiva, pero será complejo porque los dos equipos quieren ganar y jugar.
¿Se recuperó Marcelo Pereira?
Está evolucionando, vamos a ver cómo llega, todavía faltan tres entrenamientos y si no está para este partido, quizás pueda estar para el domingo.
¿Cómo va la evolución de Eddie Hernández?
Él ya jugó en la Selección, en Comayagua y ha estado entrenando bien. Entonces ha evolucionado bastante bien.
¿Qué piensas de lo que dijo Restrepo que quiere definir la serie en el primer juego?
Nosotros hablamos generalmente de nuestro equipo, son 180 minutos en los dos partidos y el que maneje mejor la serie es el que estará en la final. Las ventajas que se pueden tener en la previa son mínimas.
¿Qué representa tu séptima semifinal en la Liga Nacional?
Es una constancia que es histórica en el Motagua, es mérito de todos y quizás yo soy la cabeza visible, pero es un trabajo que hemos venido desarrollando con todo el cuerpo técnico, jugadores y dirigentes. Estoy contento por vivir este momento y ser parte de esta historia positiva que está escribiendo Motagua, pero con ganas de seguir creciendo.
¿Qué tan difícil es enfrentar al Olimpia?
Sumamente difícil, es una semifinal con el clásico de siempre. Un partido lindo, donde se juegan muchas cosas y para nosotros significaría un paso importante a una nueva final. Somos conscientes del compromiso y la responsabilidad que tenemos al enfrentar este partido. Esperamos plasmar lo hecho a lo largo de los últimos torneos.
Con dos empates el reglamento les favorece...
Es un detalle mínimo. Los partidos anteriores si bien cuentan para la previa, pero a la hora de jugar los equipos llegan diferentes y quizás con algunos jugadores. Esperamos plasmar lo hecho en los 18 juegos de las vueltas. Quizás en los puntos nos quedamos cortos por los trámites de los partidos.
La serie se la ganas al Olimpia...
La estadística siempre sirve para la previa, quizás para tener energía positiva y llegar con el mejor ánimo al partido, pero si uno no plasma en el verde césped lo que viene haciendo, esa estadística no sirve para nada.
¿Te sabe mejor enfrentar al Olimpia?
Obviamente que es un clásico, un partido más lindo, pero lo demás en ningún momento lo dije antes ni ahora de elegir rivales. Para lograr el éxito final tenemos que superar a todos los contendientes y ahora vamos a enfrentar el clásico con una ventaja deportiva que es mínima.
¿Cómo vives estos clásicos?
Con mucha pasión, intensidad, dedicación y tratando de vivir, disfrutando el momento. A veces esto ha pasado muy rápido. Lo he dicho otras veces que el fútbol tiene mucho vértigo impresionante que abrís y cerrás los ojos y ya tienes otro partido u otro torneo.
¿Ahora hay menos morbo que hasta te saludas con Restrepo?
Sí, yo siempre he sido cordial en ese sentido, siempre he saludado. Si en otra época se generó alguna rivalidad extracancha, seguro que yo no la propicié.
¿No temes que se te anule algún gol?
Esperemos que no. En ese sentido apelamos al buen criterio de los árbitros y que hagan su mejor trabajo. Yo nunca he dicho que ha habido algo en contra, pero obviamente han habido errores marcados, pero no es lago que tengamos que hacer hincapié. Nosotros lo haremos más en el juego que tiene Motagua y tratar de ganar superándolos en el partido.
¿Sientes todavía esos nervios al dirigir ante Olimpia?
Siempre se sienten cuando uno tiene esa pasión, esa llama, incertidumbre por hacer las cosas bien y se preocupa por hacer las cosas mejor. La línea es muy delgada entre el estar más tranquilo o más pasión, pero uno lo disfruta como si fuera el primero.
