Y es que en las afueras del estadio de Comayagua se armó un pleito entre los aficionados y la poca policía que se hizo presente para resguardar el encuentro.
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En dicho encuentro entre los aficionados del Olimpia y las personas del orden público salió afectado el autobús del equipo Marathón, quienes sufrieron impactos de piedra en sus vidrios.
Estos hechos se dieron mientras los jugadores permanecían en los camerinos. Las autoridades policiales se tuvieron que ver obligadas a utilizar gases lacrimógenos y de esa manera dispersar a los aficionados.
Después de un par de minutos las seguridad tomó el control del mismo y se pudo permitir que los jugadores de ambos equipos pudieran subirse al autobús que los transportara a San Pedro Sula.
